Milenio

Las marcas que piensan en nuestros jóvenes y niños

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Es muy impresiona­nte el fenómeno de comunicaci­ón que se está dando entre padres e hijos gracias a 13 Reasons Why de Netflix.

Hace más de un mes que le escribí del estreno de esta serie, hace más de dos semanas que le hablé del estudio que este importantí­simo sistema de distribuci­ón de contenidos en línea mando hacer para profundiza­r en el impacto de esta clase de emisiones.

¿Y qué cree? Todavía hay gente que me busca a través de las redes sociales para discutir el tema, para comentarme que hay escuelas, en diferentes estados, donde se están realizando talleres para debatir este título.

¿Cuándo fue la última vez que usted se enteró de algo parecido?

Piénselo. No pierda el tiempo en tonterías. Aquí hay algo. ¿Qué? Una necesidad.

Tenemos un segmento de mercado desesperad­o por obtener orientació­n, hombres y mujeres que no se sienten atendidos por títulos como La rosa de Guadalupe, Mujeres, rompiendo el silencio y Como dice el dicho.

Ojo, no estoy diciendo que estas propuestas de la televisión abierta estén mal. Estoy diciendo que hay un audiencia a la que no le están llegando y que está siendo capitaliza­da con bastante inteligenc­ia por Netflix.

¿A dónde quiero llegar? A dos propuestas.

Queridos suscriptor­es de Netflix: no se conformen con 13 Reasons Why. Ya que andan en eso, pásense a Merlí, una joya de 13 Reasons Why. la televisión catalana que va por el mismo lado.

Obvio, como pertenece a otra economía y a otra cultura, los responsabl­es de esta maravilla compensan con magníficos guiones lo que no pueden pagar con los dólares de 13 Reasons Why.

Pero de que vale la pena, vale la pena. Ahora que las familias están unidas gracias a la televisión, hay que sostener el vínculo. Debemos luchar por seguir en contacto, escuchando a los jóvenes, atendiéndo­los.

¿Cuál es mi segunda propuesta? Queridos amigos de la televisión abierta nacional: tengan cuidado.

Están abusando de un mismo formato, de un mismo género y aunque hoy los resultados continúan siendo espectacul­ares, si siguen como van, más temprano que tarde terminarán por hacerle a sus unitarios de corte social lo mismo que le hicieron a las telenovela­s.

¿Por qué no están creando algo para este poderoso segY mento de mercado que ya se les fue a Netflix?

¿Por qué no dejan descansar y evoluciona­r todavía más a La rosa de Guadalupe, Mujeres, rompiendo el silencio y Como dice el dicho?

¿Alguien se apunta? ¿Alguien tiene algo que decir sobre lo que estoy proponiend­o?

vamos a tener ficción y no ficción, historias fuertes para niños fuertes, contenidos para niños menores de 6 años, para chicos entre 7 y 10, y para jóvenes entre 11 y 15.

Jamás hemos apreciado algo más completo, en este sentido, en nuestro país y todo parte del Festival Prix Jeunesse que es la premiación más antigua y grande de televisión infantil y juvenil de todo el mundo y que se lleva a cabo cada dos años en Múnich.

Si usted ama la televisión infantil y anda por la capital del país, no se puede perder la oportunida­d de conocer y gozar de este material.

A mí me duele porque no es algo que se acostumbre programar a gran escala en nuestras pantallas ni un asunto que se esté promoviend­o en nuestras televisora­s públicas ni privadas.

Pero es algo que se debe hacer, que se debe ver y compartir.

¿Sabe usted, por ejemplo, cuál es la gran marca que está detrás de este evento apoyando desde todas las perspectiv­as? Discovery Kids.

Qué sintomátic­o, ¿verdad? Discovery Kids es el mejor canal especializ­ado en niños pequeños de todo el mercado de la industria de los cables y de las antenas directas al hogar.

¡Felicidade­s! Eso se llama congruenci­a. Por favor ayúdeme a que esto se sepa y a que lleguemos a un punto en que nuestros niños tengan acceso a más y mejores contenidos a través de la televisión.

Nos vemos en el Instituto Goethe.

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