Eso es lo que quiere la LMB
Desde su celebración del 90 aniversario en la temporada 2015, la Liga Mexicana llegó a un punto en el que tenía que decidir: tomar el camino del lado izquierdo para seguir por el mismo sendero llano, con pocos obstáculos, sin turbulencias y que se mantenía sin inclinaciones, ni subidas ni bajadas, o se iba por el lado derecho donde la vereda era hacia arriba, con una inclinación que poco a poco se hacía más pronunciada pero que lleva a un sitio en el que la LMB no ha estado en años.
¿Subir con el esfuerzo y sacrificio que se requiere para cambiar y obtener recompensas tras el esfuerzo o mantenerse como siempre, en el camino ya conocido?
Ese año la LMB decidió hablar, hacer ruido, decir aquí estoy porque la fiesta del 90 aniversario era el pretexto, y con eso se metió en el mapa general con las cosas que hizo, como el Home Run Derby en el Zócalo de la Ciudad de México, con la presentación de un libro conmemorativo, con la emisión de billetes de la LMB de la Lotería Nacional y un sorteo especial, y muchas otras cosas.
Lo importante era lo que vendría. Hicieron ruido, mostraron el poder y alcance que tiene la LMB y la gran cantidad de aficionados que existen al beisbol en las plazas donde hay equipo y en las que no hay, pero era importante seguir subiendo, mantener el paso y la vista hacia arriba y no echar por la borda todo y volver a su zona de confort, donde no hace frío ni calor.
Y siguieron subiendo. La llegada de nuevos dueños, con capital y la intención y ganas de hacer del beisbol un espectáculo 360 que sea negocio, no solo transformó el mundo del beisbol en Yucatán, Tijuana y Puebla, sino que tuvo un impacto mayor y provocó que hubiera un choque de trenes donde se dio una ruptura que amenazó con la existencia de la LMB. Pero no la mató, al contrario, la fortaleció. Curiosamente, todo eso provocó que la LMB hiciera ruido en la época más difícil, cuando no hay temporada.
Y ayer confirmaron los planes que tienen. Con el anuncio de que Plinio Escalante no desea seguir como presidente de la LMB al concluir la presente temporada, se pusieron a trabajar en buscar al relevo. Y después de votar, el elegido fue Javier Salinas.
Su nombre no ha estado ligado al beisbol, porque trabajó muchos años en el futbol, pero su especialidad es el marketing deportivo.
¿Qué hará entonces en el puesto de presidente de la Liga Mexicana y que harán los equipos? Está claro: el objetivo es explotar el potencial que sabemos tiene el beisbol en México, hacerlo un espectáculo global (ahora no es suficiente con que se tenga un juego de beisbol, ahora se busca un show completo para poder competir con otras opciones de entretenimiento como el cine o la televisión por cable o los smartphones) y convertirlo en un negocio para ellos y para las empresas o patrocinadores que decidan invertir.
Esa es la realidad del mundo actual en la que el beisbol puede entrar, y eso es lo que quiere la LMB y sus 16 equipos. El que los dueños y presidentes hayan elegido a Salinas es el reflejo de hacia dónde quieren ir juntos, él es una guía, pero el poder y la decisión de hacer las cosas está en los 16 clubes.