Billy Elliot, semillero de talento: Vero Castro
La actriz develó la placa alusiva y destacó el trabajo del productor Alejandro Gou para crear el musical
Verónica Castro destacó el talento que distingue al musical de Billy Elliot al develar la placa de las cien representaciones. “Buenas noches. ¡Qué emoción! ¡Qué gran oportunidad pisar este escenario con tanto talento! Es un semillero artístico”, dijo la actriz antes de develar la placa y luciendo un tutu rosa, al igual que el elenco que integra la compañía. “Muchas gracias... Qué bueno que hay personas como Alejandro Gou que confía y hace el teatro como se debe hacer”, dijo la actriz y las ovaciones ratificaron su opinión.
El productor también se dirigió a sus invitados: “Este es un día muy especial para la familia Billy Elliot, fue un año de preparación de todo el elenco”. Los aplausos y los gritos del público se sumaron a la escena. Justo ahí, en el teatro 2 del Centro Cultural, donde la fista inició a las 20:15, cuando la sala aún no se llenaba, pero apenas dieron la tercera llamada y el efecto se logró de inmediato. Entonces, el foro estaba ocupado.
Y en unos segundos la audiencia se trasladó a la Bretaña de los 80, justo en los momentos de lucha de los mineros contra la primer ministra Margaret Tatcher.
De igual forma, el público se involucró en la lucha del pequeño Billy Elliot por lograr su sueño y convertirse en un bailarín, ante la ferrea oposición de su padre, uno de los mineros en huelga.
Los invitados. primero se sorprendieron con las aptitudes que mostró el pequeño. Después se involucraron en su anhelo y con discretos suspiros y sonoras ovaciones apoyaron el sueño de Billy, que en la noche del festejo fue interpretado por Aarón Márquez. “Cooperen para la causa de los mineros”, se escuchó en la sala y así inició el segundo acto, luego de un intermedio de 20 minutos.
Las más de 2 mil personas que llenaban el foro se volvieron a trasladar a los 80, gracias a la excelente producción, cuya escenografía, vestuario y adaptación hacem amalgama perfecta con el talento que eriza la piel y pone de pie a los espectadores para reconocer la versión mexicana.