El regreso
Creo que no existe un crítico, en todo México, que quiera y admire más a Adela Micha que yo.
La razón es muy simple: hace muchos años, en los tiempos de ECO, me tocó verla cargando montones de casetes por toda Televisa Chapultepec, trabajando como la más comprometida de las obreras, partiéndose el alma por informar, por crear, por convertirse en alguien.
Con el paso del tiempo la vi crecer, aprender de Ricardo Rocha, construir su propia personalidad y hasta retar al sistema aventurándose en la conducción de Big Brother, el primer reality show que se hizo en la historia de nuestro país.
Pocas periodistas, especialmente mujeres, han luchado tanto, se han arriesgado tanto, han gozado y han sufrido tanto como Adela Micha.
Si hubiera justicia en este medio, ya le estarían haciendo su bionovela.
La señora no solo es hermosa, es grande, de lo mejor que hay. Nadie lloró tanto su escandalosa salida de Televisa y de Grupo Imagen como yo. Nadie.
Dicho lo anterior, me encantaría saber por qué en el canal El Financiero-Bloomberg la odian, por qué odian a Adela Micha.
Por favor, que alguien nos diga la verdad. ¿Están en contubernio con sus enemigos de Televisa, de Grupo Imagen o de alguna otra entidad? ¿La contrataron para hundirla?
Es que se necesita tenerle mucho odio para transmitirle, como se transmitió, la entrevista del miércoles pasado en su nuevo programa En EF y por Adela.
Era el retorno triunfal de la Big Sister a las pantallas de televisión de este país, una oportunidad de oro para dar nota, para marcar agenda y para catapultar a Adela como una figura que puede existir más allá de cualquier marca.
¿Y con qué nos salieron? Con una porquería de producción que ningún canal de rancho hubiera dejado pasar por miserable.
Dígame por favor que usted también la vio. ¿No la detestó?
Deje usted que jamás vimos algo parecido a una presentaimágenes