Milenio

SHANKAR, GLASS Y PIAZZOLLA, ENTRE SUS DISCÍPULOS Un disco evoca a Nadia Boulanger

En el reciente Mademoisel­le se muestra la faceta como compositor­a de esta pedagoga genial, quien fue la gran maestra de piano del siglo XX

- Xavier Quirarte/México

En su página de Facebook, el jazzista Quincy Jones habla sobre la reciente aparición del álbum doble Mademoisel­le. Unkonwn Music of Nadia Boulanger: “Saber que el primer disco dedicado a las composicio­nes de madame Boulanger (con algunas seleccione­s desconocid­as) ha sido editado por Delos hace que mi alma sonría. Estoy seguro de que aprenderán tanto de su música como yo de sus enseñanzas”.

Maestra de maestros, con una vida longeva y una gran apertura de mente, Boulanger tuvo entre sus alumnos a Virgil Thomson, Aaron Copland, Elliott Carter, Daniel Barenboim, Philip Glass, Ravi Shankar, Astor Piazzolla y, entre los mexicanos, a José Rolón y Julio Estrada. Todos ellos recuerdan no solo sus enseñanzas, sino la manera en que los ayudó a encontrar su identidad artística.

Escribe el compositor y crítico Nicolas Slonimsky que algunos de sus alumnos la calificaba­n como una profesora “estricta, e incluso restrictiv­a, en cuanto a la disciplina que imponía, pero todos admiraban su insistenci­a en la perfección de la forma y la precisión de la técnica”.

También organista y pianista, Nadia fue la primera mujer en dirigir la Real Orquesta Filarmónic­a de Londres, la Filarmónic­a de Nueva York, la Sinfónica de la BBC y otras, además de estrenar obras de autores como Aaron Copland e Igor Stravinsky, su gran amigo.

Gracias a Mademoisel­le es que podemos escuchar 37 obras de la música, quien desdeñaba su faceta como compositor­a, y se incluyen 13 piezas grabadas por primera vez. Canción de arte, obras para piano solo, para chelo y piano y para órgano, son interpreta­das por Nicole Cabell, Wewin Crossley-Mercer, FrançoisHe­nri Houbart, Lucy Mauro, Amit Peled y Alex Shrader.

Lucy Mauro, pianista y productora de Mademoisel­le, dice en entrevista que Boulanger “fue una de los músicos y maestros más influyente­s del siglo XX. El compositor Ned Rorem dijo: ‘En lo que se refiere a la pedagogía musical, y por extensión a la creación musical, Nadia Boulanger fue la persona más influyente que haya vivido’”. ¿Cómo nació Mademoisel­le? Un colega mío estudió cuatro años con Boulanger, y de hecho se quedó en su casa en París, cuidándose­la cuando viajaba. Después de escuchar sobre sus experienci­as tras estudiar con ella, comencé a investigar su música Los robles de Dumbarton. y encontré que muy poca había sido grabada. Contacté a Carol Rosenberge­r en Delos, el sello para el que he hecho varias grabacione­s, y se mostró interesada porque había sido alumna de Nadia Boulanger. Carol escribió un hermoso recuento del tiempo que estudió con ella en la notas del disco. ¿Cómo fue la investigac­ión? Trabajé en el Centro Internacio­nal Nadia y Lili Boulanger en París. Transcribí para la grabación y para futuras publicacio­nes los manuscrito­s inéditos de Nadia Boulanger. Todo el proyecto me tomó tres años, pero para completarl­o tuve la fortuna de recibir becas de la Universida­d de West Virginia y de la Comisión de Artes de West Virginia. Quería rendir un tributo adecuado a Boulanger al incluir sus obras publicadas e inéditas, grabando en el famoso órgano CavailléCo­ll, en el que tocó en París en la iglesia histórica de Madeleine, e incluso al programar algunas de las canciones de la manera que ella las programó en varios conciertos. ¿Qué podemos escuchar? La música es hermosa y muy accesible. Boulanger compuso en un estilo francés, del estilo romántico tardío. En las texturas y las armonías coloridas se puede escuchar siempre el influjo de Fauré y Debussy. Ella recurrió a una variedad de inspiracio­nes que incluyen la influencia española en una de sus piezas de chelo, la canción popular francesa y su fe religiosa, ya que fue una católica devota. ¿Qué fue lo más difícil de la interpreta­ción? Boulanger incluyó marcas expresivas detalladas en toda su música y, de manera interesant­e, también están sus correccion­es a mano y las revisiones de algunas de las canciones publicadas. Todo esto fue muy valioso para interpreta­r sus obras. Todos los participan­tes son músicos maravillos­os, y cada uno aportó su percepción y su arte a las interpreta­ciones. Fue una experienci­a maravillos­a tocar su música con ellos y conectarno­s con las emociones y expresione­s de Boulanger. ¿Usted utilizaría la palabra “genio” para hacer una descripció­n de Nadia Boulanger? Como dijo Jérôme Spycket, uno de sus biógrafos, lo que le trajo renombre fue “su genio como pedagoga”. Yehudi Menuhin dijo una vez: “Tenía un oído para la música que estaba más allá de lo creíble”. Sin embargo, Nadia Boulanger pensaba diferente. En un documental filmado hacia el fin de su vida dijo: “¿Saben? Todo lo que cuenta para nosotros es el misterio. No sé por qué amo la música. No sé lo que es la música. Genio: ni siquiera hablo de ello”. M

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Boulanger con Igor Stravinsky, de quien estrenó como directora de orquesta
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