Analizan proyectos y derecho a la vivienda colectiva en México
La obra será presentada hoy a las 19:30 horas en el Museo Tamayo de la Ciudad de México
Es casi una regla que los traslados de las personas que laboran en la Ciudad de México sean, actualmente, de cerca de tres al día, y que en esta actividad la gente invierta 30 por ciento de sus ingresos. Esto se debe, explica la arquitecta e investigadora Fernanda Canales, a la falta de una adecuada planeación de las ciudades, lo que empieza por la construcción de las viviendas, eso a lo que el arquitecto suizo Le Corbusier se refirió con la siguiente frase: “Un sueño multiplicado por 2 millones se convierte en pesadilla”.
También explica Canales que la construcción de casas seriadas, alejadas de la infraestructura urbana ha dado como resultado que 14 por ciento de ellas esté abandonada, sea por cuestiones de inseguridad, económicas o falta de servicios, “se propuso entonces redensificar las urbes, ahora construyendo más alto, lo que ha dado por resultado otro modelo igualmente deficiente basado en políticas arbitrarias y visiones parciales”.
Todo ello es consecuencia de la especulación inmobiliaria que se desató una vez que se dejó en manos de particulares la construcción de la vivienda, y que también ha generado que 70% de lo que se construye en esta ciudad sea ilegal y que sólo en 2% de las construcciones que se realizan sean con una visión adecuada y con la participación de arquitectos.
Todos estos datos y análisis corresponden a la primera parte del libro Vivienda colectiva en México. El derecho a la vivienda; una investigación publicada por la editorial GG que será presentada hoy a las 19:30 horas en el Museo Tamayo de la Ciudad de México, con la participación de Mauricio Rocha, Néstor García Canclini, Jesús Silva Herzog-Márquez y la autora.
En este libro se insiste en observar que construir una vivienda, uno de los mayores anhelos de las familias, no solamente tiene que ver con el espacio adecuado o cuántas ventanas debe tener la casa sino que ello conlleva a pensar la relación de este espacio con otras casas, otras familias, los servicios que requiere y las sociedades que ello da como resultado.
La segunda parte de la publicación analiza 100 proyectos de vivienda colectiva en diferentes ciudades del país, construidos desde 1913 hasta nuestros días, por arquitectos como Alejandro Aravena, Tatiana Bilbao, Félix Candela, Bernardo Gómez-Pimienta, Teodoro González de León, Alberto Kalach, Carlos Lazo, Ricardo Legorreta, Enrique Norten, Juan O´Gorman, Mario Pani, Pedro Ramírez Vázquez y Abraham Zabludovsky, entre otros. “Lo que se propone —dice la investigadora— es un análisis comparativo, no se trata de los mejores proyectos sino los que en su momento fueron emblemáticos, lo que permite evaluarlos y comparar cuestiones que tienen que ver con ventilación, con iluminación solar, cuánto se desperdicia en pasillos, cuál es la relación de la vivienda con la ciudad, cuáles tienen servicios comunitarios como guarderías, escuelas, o sea la relevancia de la vivienda...” Todo esto indica que debería darse un debate o reflexión acerca de qué ciudades queremos; “es innegable que a partir de los años 80-90 se dejó en manos de constructores privados esta responsabilidad y con ello se perdió el papel social de la vivienda”, explica Canales. m