Fin de ciclo
Como diría Quevedo en la La hora de todos: “lo que tienen, solo es lo que no tienen…”. PRD y Morena, como opción, cierran el ciclo al haber demostrado que son incapaces de unificar y conducir el proceso y los cambios del país.
Ya sea juntos o separados, PRD, Morena, PT y Movimiento Ciudadano han hecho de las grandes posibilidades fracasos y, por ello, se debe marcar el resultado del Estado de México como el fin de ciclo de una oposición que, como tal, fue incompetente para conducir la voluntad democrática hacia la victoria. No tienen ya credibilidad para conducir. El PRD está frente a sus errores y su fuerza actual solo es para ser funcional al sistema de partidos, pero no tiene condiciones para guiar y cambiar las estructuras del país. Los fantasmas de sus intereses los atrapan y la única identidad que les queda es el registro y el color amarillo como la cobija del que solo tiene, el ya no tener nada.
La alternativa de que el amplio frente opositor vendría de una alianza PRD-PAN constituye un grave error, pues la suma es cero y carece de posibilidades de enarbolar un programa consistente.
El otro PAN (Proyecto Alternativo de Nación), el del lopezobradorismo, no solo es inconsistente programáticamente, sino que en la campaña del Edomex ha dado muestra de la vejez de sus ideas, la manipulación de sus propias fuerzas, la neutralización de sus posibilidades ante la falta de ética y coherencia, entre lo que dice su líder y lo que hace.
La alianza con Elba Esther Gordillo es peor que el escándalo de Eva Cadena, pues ya sea ganando o perdiendo, el estigma de esa alianza ratifica la idea de que los fines justifican los medios en esa formación política, que pretende combatir la corrupción con corrupción, mientras se hacen públicos los brotes de autoritarismo e intolerancia de su líder López Obrador.
¿Cuál es la opción? La suma de voluntades democráticas, progresistas, liberales, de lucha social y cultural, que se imponga a las estructuras de los partidos. PRD, Morena, PT y MC no van a desaparecer, pero tampoco, juntos o separados, pueden conducir la gran complejidad del proceso unitario que se requiere.
La respuesta está en las ideas, la estrategia, las acciones positivas y no en la búsqueda de un candidato salvador.
Se requiere no solo ganar la Presidencia, sino el Congreso para hacer los cambios, pese a la resistencia de la minoría oligárquica que hoy gobierna e impone las decisiones fundamentales.
El 4 de junio se tocará fondo y se abrirá la posibilidad de 2018: no será triunfo ni derrota, sino de nuevo caminar, con los pies en la tierra. M