Cuatro hermanos dedicados al narco
Sidronio Casarrubias, El Chino, es uno de los principales implicados en la tragedia de Iguala en la que desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, la noche del 26 de septiembre de 2014.
Heredó de su hermano Mario el liderazgo de Guerreros Unidos. Los dos fueron parte del cártel de los Beltrán Leyva hasta la captura de los capos. El nuevo grupo criminal empezó a operar en el Estado de México, Guerrero y Morelos. Desde Guerrero mandaban droga —cocaína y heroína— escondida en compartimentos de autobuses de pasajeros y camiones de fruta con destino a Chicago, Illinois.
Mario Casarrubias, El Sapo Guapo, fue detenido en abril de 2014. Sidronio, que se encargaba de la logística de los envíos de droga y que acababa de regresar de Estados Unidos, donde cumplió una condena de ocho años, tomó el lugar de su hermano. Abajo de él estaban otros dos hermanos: Ángel y Adán.
Tres semanas después, Sidronio fue detenido en la carretera México-Puebla. Un año más tarde fue aprehendido en Cuernavaca su hermano Adán. Con él estaba el alcalde de Cocula, también implicado en la desaparición de los 43 normalistas.
Al mando de Guerreros Unidos quedó Ángel Casarrubias, el único hermano libre. Sidronio está internado en el penal del Altiplano.