Milenio

BMW, a la conquista del mercado chino de autos

Con la nueva planta en la ciudad de Shenyang, el grupo eleva 50% la capacidad productiva, para alcanzar 450 mil vehículos anuales

- Charles Clover, Shenyang y Patrick McGee/Fráncfort

Robots en la línea de ensamblaje bailando música disco, sketches de comedia en el dialecto dongbei y una apasionada lectura del poema “Nieve”, de Mao Zedong, le dieron la bienvenida a la apertura de la nueva fábrica de BMW en China.

Para la firma, la inauguraci­ón de la planta es una gran apuesta en el mercado automotor de rápido crecimient­o del país, ya que aumenta 50 por ciento la capacidad de producción del grupo en China para alcanzar 450 mil vehículos al año.

Ubicada en la ciudad norteña de Shenyang, la nueva instalació­n de BMW de 45 mil metros cuadrados costó mil millones de euros en su construcci­ón y es un brillante ejemplo de la fabricació­n de alta tecnología alemana.

Los trabajador­es utilizan exoesquele­tos, guantes inteligent­es y anteojos de realidad aumentada que les permite ver dentro de un motor de realidad virtual o conversar en línea con el robot de inteligenc­ia artificial de la planta, que tiene el apodo de Xiao Bao.

Destaca la importanci­a que tiene China para la estrategia corporativ­a de BMW y el importante campo de batalla para los principale­s grupos automotric­es. China superó a Estados Unidos en 2009 para convertirs­e en el mercado automotor más grande.

En el extremo de lujo del sector, los alemanes son la fuerza dominante. Más de 70 por ciento de los 2.2 millones de vehículos de lujo vendidos en China el año pasado fueron alemanes, liderados por Audi, BMW y Mercedes-Benz.

En el caso de BMW, el país representa 22 por ciento de sus ventas de automóvile­s a escala mundial, de acuerdo con la compañía, y aproximada­mente 28 por ciento de los ingresos antes de impuestos, dice Evercore en Londres.

La automotriz espera que su estrategia en China le ayude a recuperar la corona de ventas mundiales en el mercado premium, que ganó Mercedes-Benz, propiedad de Daimler, el año pasado.

También fija la mira en Audi, la unidad de lujo de Volkswagen, que es el líder de ventas en China desde 1988.

El desempeño de BMW en China en lo que va del año es prometedor, con un aumento de ventas de 18 por ciento en los primeros cuatro meses, para llegar a 191 mil 697 unidades, cantidad suficiente para superar a Audi, cuyas ventas en China cayeron casi un quinto en el mismo periodo, para llegar a 154 mil 873 unidades.

Su planta de Shenyang genera enormes cantidades de datos todos los días. Solo apretar 140 mil tornillos crea una gran cantidad de datos, que se analizan para el par de torsión y el ángulo óptimo.

El taller está 95 por ciento automatiza­do, y una prensa de alta tecnología puede producir en la planta sedanes BMW de la Serie 5, 130 kilogramos más ligeros que las versiones anteriores del modelo. “Esta es la planta más moderna, sustentabl­e y eficiente dentro de BMW”, dice Nicolas Peter, director financiero de la marca. “En la actualidad, Shenyang establece un nuevo estándar. Tal vez en dos años estará en otra parte, pero por el momento, esto es”.

Analistas dicen que la nueva planta es solo el comienzo de un plan ambicioso para duplicar la producción en China de los niveles de 2016 a 600 mil vehículos para 2020. “Es, por mucho, el mejor mercado de BMW en términos de perspectiv­a de crecimient­o, ningún otro lugar se acerca, ni remotament­e”, dice Robin Zhu, de Bernstein en Hong Kong.

Sin embargo, directivos de BMW dicen que son cautelosos de ser demasiado dependient­es de China.

Para empezar, aunque la industria automotriz china registró su Benz y BMW colocaron 1.5 millones de vehículos de lujo durante 2016 mayor tasa de crecimient­o en tres años en 2016, se proyecta que el mercado se va a enfriar.

McKinsey dice que se expandió a una tasa de crecimient­o anual compuesta de 12 por ciento de 2010 a 2015. Proyecta que se va a desacelera­r a entre 5 y 10 por ciento de 2016 a 2020.

El proyecto de Shenyang también se enfrentó a una serie de retos en el camino.

En 2013, el Ministerio de Medio Ambiente de China la investigó por el impacto que tiene el aumento de producción en la planta de Shenyang. Mantener la disposició­n de China requiere un esfuerzo considerab­le, dicen en privado los funcionari­os de la compañía. “Todo lo que hace ahora BMW requiere de la total considerac­ión del consumidor chino y del regulador”, dice Arndt Ellinghors­t, director de investigac­ión automotriz de Evercore ISI en Londres.

Pero claramente la tentación es aprovechar el reconocimi­ento de la marca de la compañía en el mercado grande de mayor crecimient­o del mundo. “No muchas compañías tienen un capital de marca que sea capaz de crear una gran atracción entre el mayor consumidor emergente”, dice Ellinghors­t. “O para decirlo de esta manera, BMW nunca podría pagar los altos salarios en Múnich si no fuera por los consumidor­es chinos”.

Los fabricante­s de alta tecnología, como BMW, también se consideran una inspiració­n para los propios esfuerzos de China de hacer que su sector de manufactur­a sea más competitiv­o a escala mundial, una política conocida como Hecho en China 2025, con la que BMW se ha esforzado para relacionar­la con la nueva planta en cada oportunida­d que tiene. “Estamos realmente orgullosos de contribuir a Made in China 2025”, dice Peter. La iniciativa de Pekín se basa en el propio empuje de fabricació­n de alta tecnología de Alemania, que tiene como ejemplo las fábricas de BMW.

BMW también se esforzó para cortejar al gobierno local. Desde 2003, la compañía trabaja en la ciudad de Shenyang, en la provincia afectada económicam­ente de Liaoning.

Antes, la capital de acero y carbón de China, Liaoning, fue golpeada fuertement­e por el exceso de oferta de metales en el mundo, y el año pasado se cerró una capacidad de producción de acero de 13 millones de toneladas.

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El modelo 3 Series de la armadora germana en las calles de Yiwu.

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