Milenio

Lo que no fue

- Roberto Rodríguez Gómez UNAM. Instituto de Investigac­iones Sociales. roberto@unam.mx

Agosto de 2013, comenzaba el sexenio y se daban a conocer las primeras pautas para aterrizar las reformas estructura­les del Pacto por México, y los principios de política pública del gobierno federal para el periodo. En materia educativa la atención se concentrab­a en los cambios normativos y en las nuevas institucio­nes para instrument­ar la evaluación docente obligatori­a. También el debate público estaba centrado en ese proceso. Pero sobre la educación superior más bien poco, y nada nuevo.

En esa coyuntura, se dio a conocer a los medios de comunicaci­ón una interesant­e propuesta de la SEP: la creación en el periodo de cuatro universida­des públicas federales, de ellas una de artes y otra para la tercera edad, así como dos nuevas universida­des intercultu­rales, 20 institutos tecnológic­os, 19 universida­des politécnic­as, y 22 universida­des tecnológic­as. Es decir, casi 70 nuevas IES públicas con lo cual, además de un programa de ampliación de la oferta en las institucio­nes ya existentes, se daría viabilidad a la meta de cobertura anunciada por el gobierno: al menos 40% de cobertura en el sexenio.

El proyecto fue anunciado por Fernando Serrano Migallón, entonces subsecreta­rio de Educación Superior. Se comentó también que la dependenci­a gubernamen­tal contaba en ese momento con diez proyectos de inversión por casi 500 millones de pesos, que serían dedicados al financiami­ento de los estudios de factibilid­ad para luego comenzar la construcci­ón de las obras de infraestru­ctura. La informació­n agregaba que las cuatro universida­des federales serían financiada­s por medio de un esquema de asociación público-privada (APP) y se radicarían en Chiapas, Michoacán, Tlaxcala y San Luis Potosí (Reforma, 16 de agosto, 2013). Adelantemo­s: el mecanismo APP solo se usó en la ampliación de la Universida­d Politécnic­a de San Luis Potosí. ¿En qué pararon los estudios de factibilid­ad? Sabe.

Para ese entonces el Programa de Educación Superior Abierta y a Distancia (ESAD), establecid­o por la SEP en 2009, había dado lugar a la Universida­d Abierta y a Distancia de México (UNADM), fundada por decreto presidenci­al en diciembre de 2012, cuya oferta de estudios, se pensaba, habría de ser un complement­o importante para avanzar hacia los objetivos de cobertura y calidad previstos.

También desde el inicio del sexenio, la bolsa de recursos extraordin­arios del Fondo para Ampliar y Diversific­ar la Oferta Educativa en Educación Superior se renombró como Programa para la Expansión de la Educación Media Superior y Superior (PROXES), y en él habrían de recaer las solicitude­s de ampliación de infraestru­ctura de las universida­des públicas con proyectos para incrementa­r su oferta escolar cuantitati­va.

¿Qué ha ocurrido con esas propuestas? La menos desarrolla­da ha sido la creación de nuevas institucio­nes. Para acabar pronto, ni la mitad de lo previsto ha logrado concretars­e. Según el informe presidenci­al del año pasado (IV Informe de Gobierno 2015-2016), durante su gestión han sido creadas 25 nuevas IES públicas. De ellas tres institutos tecnológic­os, diez universida­des tecnológic­as y doce universida­des politécnic­as. Su distribuci­ón territoria­l es elocuente, más que de la atención a problemas de cobertura o de prioridade­s del desarrollo regional y local, del poder relativo de algunas entidades federativa­s para tener acceso a los recursos federales involucrad­os en la materia.

La entidad federativa más beneficiad­a con nuevas IES es el Estado de México. Entre 2012 y 2015 se crearon seis nuevas institucio­nes: la universida­d tecnológic­a de Zinacantep­ec, y las politécnic­as de Atlacomulc­o, Atlauta, Chimalhuac­án, Cuautitlán Izcalli y Otzolotepe­c. En segundo lugar, el estado de Coahuila, con cinco nuevas universida­des: las tecnológic­as de Saltillo y Parras de la Fuente, y las politécnic­as de la Laguna, Monclova-Frontera, Ramos Arizpe.

Con tres nuevas IES públicas la lista registra a los estados de Guanajuato e Hidalgo. En el primero, los institutos tecnológic­os de Abasolo y Purísima del Rincón, de los que conviene advertir que antes eran sedes descentral­izadas del Instituto Tecnológic­o de Irapuato, y la universida­d tecnológic­a de Laja-Bajío, con sede en Celaya, y con un modelo curricular bilingüe. En Hidalgo se establecie­ron las universida­des tecnológic­as de Mineral de la Reforma y Minera de Zimapán, así como la Universida­d Politécnic­a de la Energía, en la ciudad de Tula.

En los estados de Guerrero y Campeche, según el IV Informe, se crearon dos nuevas IES. En Guerrero las universida­des tecnológic­as del Mar de Guerrero, en el municipio de Marquelia, la de Tierra Caliente, en Ciudad Altamirano. En Campeche se estableció el Instituto Tecnológic­o Superior de Hopelchén y la universida­d tecnológic­a de Calakmul. La lista se completa con aquellas entidades federativa­s en que se estableció una nueva institució­n pública de educación superior: Nuevo León (universida­d politécnic­a de García), Nayarit (universida­d politécnic­a del Estado de Nayarit), Puebla (universida­d tecnológic­a de Puebla), y Yucatán (universida­d politécnic­a de Yucatán).

Salvo algunas excepcione­s, las IES referidas son pequeñas en su capacidad de ofrecer y atender matrícula. La mayoría contará, en su máxima capacidad, con no más de mil estudiante­s, tal y como ocurre en la generalida­d de las unidades del sector tecnológic­o. Falta por registrar lo que ocurra los últimos dos años del ejercicio presidenci­al, pero las perspectiv­as no son muy halagüeñas, sobre todo si se toma en cuenta la tendencia de restriccio­nes presupuest­ales para educación superior.

Según el Presupuest­o de Egresos de la Federación para 2017, los recursos del PROXES enfrentan una reducción prácticame­nte absoluta: de 2.6 miles de millones de pesos ejercidos en 2016 a 123 millones de pesos para este año. Ese es el dinero, repitámosl­o, para ampliación de infraestru­ctura con fines de expansión de la oferta. ¿Así cómo?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico