“Debes parar la violencia verbal…”
El lenguaje es el Rubicón que separa al hombre de la bestia”, reza una vieja máxima. Digamos por lo pronto que no importa el origen de la frase, sino cómo ésta divide tajantemente quién está de un lado… y qué del otro.
Si la primera víctima en la guerra es la verdad, todo indica que en las campañas electorales es el lenguaje. No en balde el ciudadano deja de escuchar. Filólogos, filósofos, lingüistas, hermeneutas y demás no considerarían exagerado decir, por ejemplo, que la piedra filosofal de la democracia comienza en el lenguaje, que “reconocer al otro como libre e igual y aceptar debatir desde la racionalidad” es condición sine qua non para que el lenguaje sea un punto de encuentro y no de conflicto. Sin embargo, por lo que hemos visto, las campañas se llenan no solo de promesas sin sustento, sino también de un lenguaje soez, con frecuencia vulgar e incandescente. Y no es que haya que asustarse por las palabras. Sucede que, así como dicen que “uno es lo que come”, resulta también que uno es lo que piensa. Y pensamos con palabras, con palabras que definen la amplitud o estrechez de nuestro mundo y por ende el alcance de nuestros sentimientos e ideas.
Peor aún, como las personas solo escuchan lo que entienden, es evidente que luego hay quien claramente escucha poco, habla entonces demasiado y además hace de su lenguaje un arma para lastimar y dividir a una sociedad que necesita sanar y construir. Afortunadamente, alguien con la legitimidad necesaria puso en su lugar correcto uno de estos casos, al llamar Juan Zepeda, el candidato del PRD a la gubernatura del Estado de México, a López Obrador en los siguientes términos:
“Debes parar la violencia verbal; no puedes andar insultando y llamando lambiscones y paleros a los que no estén contigo… Yo soy de barrio, de Neza, y sé que la violencia verbal desencadena en otro tipo de violencias”. La violencia verbal desencadena en otro tipo de violencia... ¿Habría alguna relación, así fuera mínima, entre la violencia verbal del dirigente de Morena y la que el país ha experimentado por más de una década? ¿Cuántas de las víctimas de la supuesta “guerra de Calderón” no habría que atribuirlas a la “guerra verbal de López Obrador”? Esa viene desde antes de 2006…
A inicios del año 49 previo a la era cristiana, Julio César desobedeció las órdenes del Senado Romano y cruzó el Rubicón hacia el sur junto con una legión del ejército. El historiador Suetonio lo registra como el momento en el que el futuro emperador acuñó la frase alea jacta est: la suerte ha sido echada, se ha pasado del punto de no retorno. Sucede igual con el lenguaje: hay quien al parecer le gusta mantenerse siempre del otro lado del río. M