Sube a 38 número de muertos en Filipinas
Al menos 38 personas murieron y más de 67 resultaron heridas en el ataque a un hotel de Manila, capital de Filipinas, protagonizado por un hombre armado que, según la policía, pretendía robar. El incidente está rodeado de confusión.
Las víctimas perdieron la vida, pero no a balazos, sino asfixiadas por la humareda de un incendio provocado por el atacante, cuyo comportamiento no resulta habitual en los asaltos, tal como ha sido descrito en la versión oficial.
Según la autoridad, el atacante roció con gasolina varias mesas del casino del hotel y se atrincheró en una habitación. Luego se suicidó de un tiro en la cabeza. “No podemos relacionar el incidente con terrorismo. Él no disparó, si fuera terrorista habría traído bombas o disparado contra todos”, dijo el director de la policía de Manila, Oscar Albayalde, quien describió al atacante como “blanco, grande y gordo”. También dijo que puede ser un extranjero de etnia caucásica. El funcionario comentó que estaba “mentalmente perturbado”.
Esta versión coincide con la divulgada por el jefe de la policía filipina, Roland Dela Rosa, quien en las primeras declaraciones a la prensa descartó que el ataque tuviera origen terrorista y dijo que el móvil fue el robo.
Dela Rosa también aseguró que en el incidente no se habían registrado muertos y que los heridos se produjeron durante la estampida causada por el pánico que el asalto desató presentes.
Pese a que la policía filipina descartó cualquier relación con el terrorismo, horas más tarde el Estado Islámico reivindicó la acción, identificando al atacante como “el hermano Abu al Jair al Arjabili”, del que aseguró que “logró infiltrarse con su ametralladora” en el hotel para matar a “un grupo de cristianos combatientes”. m