SEXUALES
ellas es “Dante y Virgilio en el infierno”, pintado en 1850 por William Bouguereau. Ahí podemos ver a dos hombres luchando desnudos cuerpo a cuerpo. Uno le muerde el cuello al otro. Dante y Virgilio, completamente vestidos, miran la escena mientras un demonio los contempla a ellos. Es una imagen fuerte, inspirada en La divina comedia, de Dante Alighieri, pero tiene un trasfondo sexual interesante. La expresión en el rostro del vencido, sus cuerpos musculosos, la iluminación de todo el cuadro es de verdad excitante.
La otra es una pieza de Edvard Munch, uno de los mayores representantes noruegos de la corriente estilística del expresionismo. En su lienzo vemos a una mujer de larga cabellera rojiza inclinada sobre un hombre que, sin un ápice de resistencia, descansa sobre su regazo. Aunque no se ve la boca femenina, todo nos dice que ella está mordiendo el cuello del personaje su merced. Me gusta porque los rostros son apenas perceptibles y los cuerpos no están detallados, pero se entiende perfectamente lo que está pasando, así como el rol que juega cada uno, sus emociones, una metáfora del amor que duele pero que cubre y protege.
Eso sí: en este asunto de las mordidas no todo está velado. En la industria del sexo se pueden encontrar productos de todo tipo, incluyendo los Love Bites Gloves, unos guantes que tienen minúsculos picos en la palma y los dedos, mismos que crean una sensación sumamente cachonda al rozar la piel desnuda. Dicen que las diversas sensaciones que despierta una pasadita de estas manoplas son invaluables, pues es como recibir, a la vez, las mordiditas de una docena de microseres dedicados a generar placer. Habrá que encargar unos por internet. Ya. M