Exterminio nazi, visita por primera vez la comunidad que adoptó el nombre de su aldea para evitar que quedara en el olvido: San Jerónimo Aculco Lídice, un pueblo de la Magdalena Contreras
Pável Horesovsky, sobreviviente del
Pável Horesovsky tenía 16 días de nacido cuando la aldea Lídice, ubicada en la entonces Checoslovaquia, fue exterminada por las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
A 75 años de la masacre de 340 civiles, entre ellos su padre, quien fue ejecutado, este sobreviviente del exterminio visitó por primera vez la comunidad mexicana que adoptó el nombre de su aldea como símbolo de solidaridad: San Jerónimo Aculco Lídice, un pueblo originario de la delegación Magdalena Contreras, ubicada al suroeste de la Ciudad de México.
“El 10 de junio de 1942 se cumplen 75 años de la mayor tragedia nacional checa de la historia moderna, ese día dejó de existir el pueblo de Lídice y a todos sus habitantes se les desmoronó el mundo.
“Me llamo Pável Horesovsky y soy uno de los niños de Lídice que tuvo la suerte de sobrevivir a la tragedia cuando solamente tenía 16 días de nacido. El día de la tragedia, el 10 de junio de 1942, vivíamos 98 niños. Después de tres días, los niños fueron separados de sus madres. Algunas nunca más volvieron a ver a sus hijos”, relató.
Horesovsky, un corpulento hombre de 75 años, habla en su idioma natal frente a los habitantes del pueblo de San Jerónimo, el jefe delegacional Fernando Mercado, el embajador de la República Checa, Lùbomir Hladik; de la embajadora la República Eslovaca, Alena Gazurova; de Beata Wojna, embajadora de Polonia, y de Eduard Malayàn, embajador de Rusia.
Con voz entrecortada, Horesovsky narró cómo 81 niños murieron asfixiados en los campos de exterminio nazis, mientras que los 173 hombres de la aldea fueron fusilados en grupos de 15 y las mujeres fueron llevadas a campos de concentración.
“La tragedia de Lídice significó 340 víctimas inocentes, 193 hombres, 60 mujeres y 88 niños. Qué atestigua mi testimonio, que el peor y más grande genocidio fue cometido en Lídice sobre los niños inocentes porque no fueron dados a la germanización como estaba escrito en la orden original, porque los nazis brutalmente asesinaron a los niños en contradicción con todos los acuerdos internacionales”, reprochó.
Conmocionado al recordar la tragedia que si bien vivió, no recuerda por su corta edad, Horesovsky también se dijo emocionado por el cálido recibimiento del pueblo de San Jerónimo, a cuyos habitantes envío un mensaje de paz.
“Permítanme, mientras se puepaís