Grafiteado, 70% de edificios y monumentos históricos
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En Ciudad de México siete de cada 10 monumentos y edificios históricos han sido vandalizados con pintas, según Humberto Reyes, jefe de la Unidad Graffiti, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Gran parte de las afectaciones se dan en monumentos y edificios históricos, pero también en fachadas de mercados, casas, plazas comerciales, edificios de gobierno, convoyes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) y mobiliario urbano, como señalizaciones, bancas, postes y semáforos.
Las delegaciones más afectadas, según la Unidad Grafiti, son Iztapalapa, Iztacalco, Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.
Los daños van desde pequeñas firmas con aerosol, hasta grandes intervenciones en las que las fachadas de mercados y edificios son las más afectadas.
La Ley de Cultura Cívica en el artículo 26 coloca al grafiti como una falta administrativa contra el entorno urbano y se sanciona con multas que van de 830 a mil 509 pesos o arrestos de 12, 24 o hasta 36 horas.
Reyes asegura que el mayor impacto se registra en los monumentos y edificios históricos del primer cuadro de la ciudad y Paseo de la Reforma, ya que son vandalizados durante diversas protestas ciudadanas.
Calzones rosas para Doríforo y Discóbolo
El pasado 7 de junio dos esculturas amanecieron pintadas con aerosol rosa en calles de la colonia Roma, delegación Cuauhtémoc. Se trató de las réplicas de Doríforo, realizado por Policleto de Argos, y de Discóbolo, realizada por Mirón. En ambos casos, las figuras desnudas de la mitología griega amanecieron con los genitales pintados de color rosa, lo que aparenta unos calzones.
El jefe de la Unidad Grafiti dijo que su teoría respecto a “estas acciones tiene que ver con algún rechazo a los genitales masculinos o al desnudo, pues fue la única área que pintaron”. Reiteró que ellos no están contra la libertad de expresión, pero “el grafiti no debe afectar otras expresiones culturales y menos unas tan antiguas como éstas”. Otro caso reciente y vigente es la réplica de El David, de Miguel Ángel, ubicado en la plaza Rio de Janeiro, el cual en 1976 fue dañado con pintura verde en la entrepierna y las nalgas. El área de de restauración de bienes inmuebles del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explica que las afectaciones son “graves”, porque dañan edificios hasta de 300 años de antigüedad con aerosol o pintura de aceite.
José Mariano Leyva, director del Fideicomiso del Centro Histórico, coincide con la versión del INAH, y asegura que este problema se vuelve sui géneris según el espacio o monumento afectado, pues “cada pieza o construcción data de fechas distintas y está hecho de materiales que muchas veces fueron importados y repararlos se vuelve muy costoso. Además, se debe ser muy cuidadoso y resolver el problema en lugar sin causar uno mayor”.
Hay quienes, por querer resolver la situación, y se ponen a tallar con piedra los edificios y causan más daño, por eso es que es necesario acudir ante el INAH, expresó Reyes.
Para hacer frente a este problema, el gobierno de Ciudad de México y la SSP crearon en agosto de 2003 la Unidad Graffiti para recuperar los espacios que habían sido grafiteados y tener
Edificios y esculturas de Paseo de la Reforma y del Centro, los más afectados, indican