Desempacan en el MoMA la leyenda de Frank Lloyd Wright
A 150 años de su nacimiento, una exposición exhuma sus archivos personales y alumbra aspectos desconocidos de su trabajo
Frank Lloyd Wright es el más célebre y popular de los arquitectos estadunidenses. Y 150 años después de su nacimiento, el MoMA le consagra una exposición que exhuma de sus archivos personales los sueños de grandeza de este visionario constructor.
Un rascacielos de 1.6 km de alto, granjas autosuficientes para alentar el retorno a la tierra, un juego televisado de 1956 donde aparece feliz de ser identificado como “un arquitecto mundialmente famoso”: estos archivos del “más adulado de los arquitectos estadunidenses”, según el curador de la exposición Barry Bergdoll, completan el retrato de este arquitecto de longevidad excepcional, nacido el 8 de junio de 1867 en las praderas de Wisconsin y activo casi hasta su muerte, en Arizona el 9 de abril de 1959.
Cinco años después de haber comprado junto a la Universidad de Columbia los archivos de este gran hombre, la exposición, que se inaugura hoy y durará hasta el 1 de octubre, se organiza en torno al pedido a una docena de historiadores de la arquitectura de que “jueguen” con los miles de documentos y extraigan de ellos un tema, una idea.
Las 13 salas de la exposición tituladas Desempacando los archivos (Unpacking the archives) son el resultado de su inmersión. Y los proyectores alumbran aspectos desconocidos del trabajo y la personalidad de este arquitecto “casi más popular entre el gran público” que entre sus colegas, según el curador.
Porque si bien muchos conocen la icónica espiral que alberga el museo Guggenheim de Nueva York desde 1959, o la armonía con la naturaleza encarnada por la Casa sobre la cascada (Fallingwater house) culminada en 1939 en Pensilvania, la mitad de los más de mil proyectos concebidos por Wright nunca fueron concretados.
Y Wright guardaba todo: las diferentes versiones, muchas veces con anotaciones, de sus dibujos que son a veces en sí mismos una revolución gráfica, maquetas ultradetalladas, fotos de sí mismo trabajando, cartas de rechazo...
Cuando sus proyectos eran rechazados, esto no le impedía seguir utilizándolos, e incluso
La muestra, dispuesta en 13 salas, se inaugura hoy y durará hasta el primero de octubre
seguir exponiéndolos a través del mundo. Entre los proyectos que quedaron en cajas figura Little Farms, “pequeñas granjas” que asocian crianza de ganado y una multitud de cultivos agrícolas imaginadas a comienzos de los años 30 para garantizar la autosuficiencia de los obreros desempleados tras la gran depresión de 1929, al tiempo que permite a los residentes urbanos recién motorizados proveerse de productos frescos en los mercados locales instalados cerca de estos pequeños productores.
El proyecto jamás vería la luz, pero Wright siguió defendiendo la idea hasta su muerte. Incluso viajó a la Unión Soviética en 1937, en plena purga estalinista, a visitar granjas colectivas y participar en un gran congreso de arquitectos.
Otro proyecto de sueño, en las antípodas de estas granjas: el de una torre —o más bien de una flecha— de 1,6 km de alto, la Mile High Illinois. Un rascacielos cuyos planes develó durante una conferencia de prensa en Chicago en octubre de 1956, a sus 89 años.
“Si Wright viviera hoy, estaría por todos lados en las redes sociales”, dice Bergdoll. “Comprendía la relación entre nuevas tecnologías y celebridad, mantener la atención del público. El hecho de que haya podido hacerlo cuando era octogenario, de manera sistemática e inclusive con encanto, es bastante impresionante”. m