Los tiros libres
Fue una semana confusa para la selección nacional. En medio de los anuncios de listas, bajas, reemplazos, lesiones y retiros por motivos personales había que jugar dos partidos cruciales en el camino de la eliminatoria.
Juan Carlos Osorio ya tiene a su base, las rotaciones son menos, pero esas lesiones (las de Layún, Guardado y Márquez) provocaron experimentos como ver a Oswaldo Alanís como lateral izquierdo y hasta verlo cobrar de forma poco atinada un tiro libre.
Anoche México pudo vencer a Estados Unidos en el Estadio Azteca si se hubieran trabajado mejor las oportunidades a balón parado. Me queda claro que las entrenan, alguien tan meticuloso como Osorio no puede descuidar un detalle así, que puede resolver un partido cuando el funcionamiento no alcanza. Pero no se notó. Héctor Miguel Herrera tuvo la más cercana en otro cobro que se estrelló en el poste, le pegó bien, pero estaba muy lejos. Carlos Vela marcó un golazo en el primer tiempo y en el segundo la mandó muy distante de la portería en otro tiro directo.
Ya ni que decir de la última jugada del partido, donde no se enteraron que ya estaban sobre tiempo y había que tirar un centro en lugar de retrasarla. No está claro quien cobra en cada perfil ni hay movimientos en el área para facilitar un remate.
Bruce Arena trajo de vuelta al enemigo poderoso, ese que parecía se disolvía y hoy cuenta con el jugador de mayor proyección a futuro en la zona en Christian Pulisic. No pasa nada, los 14 puntos son buenos para seguir caminando a Rusia 2018, ya no hace falta preocuparse por ellos.
Es hora de trabajar con los 23 que están viajando a la Copa Confederaciones, dejar atrás la confusión y afinar los detalles con los que sí están disponibles para este torneo. Esos pequeños detalles (como los tiros libres) que pueden hacer la diferencia entre calificar a semifinales o volverse a quedar en la fase de grupos, como en 2013.