Aquí no pasa nada
La noche del pasado 19 de mayo, dos policías cargaban su patrulla en una gasolinera a cuadras del palacio municipal de San Pedro, Garza García. Uno de ellos, César Camacho, era el comandante de un grupo asignado al combate del narcomenudeo. Desde una camioneta blanca, seguida de un coche negro, los rociaron de balas.
Nadie vio nada y nadie supo nada hasta antier, cuando la Seido capturó al responsable: El Mora o Luis Ramírez Bautista, operador del cártel de los Beltrán Leyva. ¿Dónde lo apañaron? En su casa, en una linda colonia de clase media alta en ese municipio, sin mayor escolta y con su hija pequeña.
Ramírez es también responsable del asesinato, en 2013 y en un suburbio de Dallas, del abogado y confidente de Osiel Cárdenas, Juan Jesús Guerrero, por órdenes de Rodolfo El Gato Villarreal Hernández, ex policía devenido capo quien creía al abogado accesorio al asesinato de su padre, un halcón con mala suerte; ambos narcos son oriundos de China, Nuevo León, aunque esa es otra historia. El asunto es que, tras la captura de Cárdenas, Guerrero asumió el mando del cártel del Golfo en la zona transfronteriza al tiempo que, presuntamente, cooperaba con la DEA.
Ramírez trató de que la policía gringa arrestara al rival, delatándolo; cuando, quizá por las razones arriba citadas, no le hicieron caso, pagó a su viejo colaborador, Jesús Ledezma Cepeda, ex miembro del “Grupo Rudo” —grupo de policías sampetrinos diseñado para perseguir a los narcos con todo, o al menos hasta 2010, cuando la Marina detuvo a otro miembro distinguido de ese equipo, Alberto Mendoza, por operar para, adivinen: los Beltrán Leyva—, cerca de 40 mil dólares por ubicarlo y que sus sicarios le metieran 10 tiros. Hubiera bastado con uno: la víctima regresaba de compras con su esposa y solo estaba armado con una bolsa de Nine West.
A Ledezma y a sus cómplices los agarraron los gringos en otoño de 2016. En su confesión contaron que El Gato celebró la muerte de su paisano con ríos de cerveza y que, en retribución, la hermana del abogado le envió un video donde decapitaban a uno de sus familiares. Y es que San Pedro tiene tan alto nivel que toda la gente linda se pelea por vivir allí. M