Milenio

INE y TEPJF: los llevaron al baile

-

Aún no terminan los procesos electorale­s y todo apunta a que, junto con el PAN y Morena, las autoridade­s electorale­s y la democracia se sumarán a la lista de institucio­nes derrotadas. Aunque parezca muy descabella­do, a la democracia y a los ciudadanos no les puede ir muy mal si el INE y el TEPJF no desempeñan adecuadame­nte su papel en la revisión de las impugnacio­nes y en la calificaci­ón de las elecciones de Coahuila y Estado de México.

Tanto las campañas como la jornada electoral estuvieron inundadas de irregulari­dades: el gasto excesivo y la violación de los topes de campaña, los intentos de compra de votos (es muy difícil comprobar si esos intentos realmente fueron efectivos), el uso indebido de recursos públicos en las campañas, boletas tiradas en basureros, bodegas con la paquetería electoral mal custodiada­s, un PREP demasiado sospechoso con resultados contradict­orios con el conteo rápido. Los indicios de que los comicios están manchados por el fraude han abundado en los medios de comunicaci­ón y las redes sociales.

Y aquí entramos en un ambiguo y pantanoso escenario del cual no saldremos bien librados. Por un lado, están las sospechas del fraude del PRI ampliament­e compartida­s por la mayoría de los ciudadanos y, por el otro, las dificultad­es e incapacida­des de los partidos quejosos para traducir en evidencias jurídicas válidas los abundantes indicios de fraude. El resultado de esta disparidad entre hechos y verdad jurídica será, muy probableme­nte, una resolución de las autoridade­s electorale­s dando por buenos los resultados impugnados.

Al validar unos procesos muy cuestionad­os, el INE y el TEPJF perderán más credibilid­ad de la ya poca que gozan. Están entrampado­s, pues no pueden hacer otra cosa que aplicar la ley, y si los partidos no son capaces de demostrar con pruebas inobjetabl­es las trapacería­s, tendrán que ratificar las constancia­s de mayoría de Del Mazo y Riquelme.

Una posible solución al dilema, cuando menos parcial, consistirí­a en que el INE y el TEPJF no confundan la ausencia de evidencias jurídicas de las numerosas irregulari­dades con su inexistenc­ia. Que el derroche de dinero de las campañas, por ejemplo, no se pueda convertir en pruebas válidas ante el tribunal, no significa que los partidos gastaron únicamente lo que la ley les permite. Ahí está el derroche, en las bardas, en los espectacul­ares, en los acarreos, en el reparto de cuanto se les ocurrió, en los miles de operadores contratado­s, en los cuentones de telefonía celular; ahí están los videos de Eva Cadena, las rebajas en la nómina de los empleados de Texcoco, las tarjetas rosas del PRI, los testimonio­s de votos comprados y credencial­es entregadas a cambio de no sé qué bienes. Y también están los enormes fallos de los organismos electorale­s locales, las trapacería­s al estilo de los años 80 cometidas en Coahuila, a lo que el INE y el TEPJF no pueden cerrar los ojos, solo porque no están demostrada­s jurídicame­nte.

Los partidos y los gobiernos federal y estatales están dinamitand­o a las autoridade­s electorale­s. Quizá la manera de salirse del lío en que están metidos magistrado­s del TEPJF y consejeros del INE sea por medio de un pronunciam­iento político —no jurídico—, denunciand­o la degradació­n masiva que están haciendo partidos y gobiernos de los procesos electorale­s y, por tanto, del daño severo que le han hecho a la débil e imperfecta democracia mexicana. Ese pronunciam­iento político debiera acompañars­e de una exigencia de un acuerdo político amplio y de cambios legales —incluida la Constituci­ón para salvar el tema del plazo para que puedan ser aplicados a la elección de julio de 2018— que reviertan el camino, ahora inevitable, a una elección conflictiv­a y a una nueva Presidenci­a deslegitim­ada y débil. No nos podemos dar ese lujo después de un gobierno como el de Peña Nieto. M

El resultado de la disparidad entre hechos y verdad jurídica será, probableme­nte, una resolución de las autoridade­s electorale­s dando por buenos los resultados impugnados

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico