Cuando los ídolos caen

Recuerdo que cuando Lance Armstrong confesó su en una entrevista con Oprah Winfrey en enero de 2013, me pegó. Era quizá de las pocas que hasta el final creyó en el discurso del atleta. Algunos podrán decir que ya nada les sorprende. Después de ser testigos de escándalos como el del laboratorio BALCO o las consecuentes revelaciones del Reporte Mitchell, que terminó por destaparle los ojos al mundo respecto al uso de esteroides en las Grandes Ligas, aunado al dopaje de José Canseco, el de Ben Johnson en Seúl 1988, Maradona o recientemente el de los atletas de pista y campo rusos (un dopaje de estado revelado por la cadena alemana que llevó a la IAAF a suspender a Rusia y a no permitir su participación en Rio 2016) la verdad, es que se entiende la postura. Sin embargo, es justamente a raíz de este último caso que surge mi verdadera preocupación como aficionada cuando resulta que el mismo medio que dio a conocer el sábado pasado, en un nuevo documental, que Roberto Carlos, ídolo de la Canarinha y quien conquistó cuatro Ligas y tres Champions con el Real Madrid, habría sido cliente del médico Julio César Alves, cabeza de una red que ofrecía productos prohibidos a atletas brasileños de élite. A la investigación, primero destapada por la Agencia Brasileña de Control de Dopaje, el astro contestó en redes sociales lo siguiente: “Repudio vehementemente las acusaciones irresponsables hechas por la red alemana y reafirmo que nunca utilicé ningún artificio que me diera ventaja sobre mis colegas”. ¿Es nuestra culpa al fin y al cabo por haberlos colocado en un pedestal? Hoy, así como lo hice con Armstrong, creo en Roberto Carlos, pero el antecedente de ver a grandes ídolos caer no se puede negar y si la investigación de la cadena ARD logró comprobar el mayor escándalo de dopaje de la historia y hacer que Rusia fuera el primer país suspendido por una ofensa de dopaje, actualmente es normal que las posturas de los atletas que niegan acusaciones sean consideradas como una tomada de pelo. Mientras tanto, la AMA ha confirmado que las acusaciones de la cadena son parte de una investigación en curso. Roger Federer se medirá en la segunda ronda del Abierto de Stuttgart a Tommy Haas, quien solventó ayer su primer encuentro en el certamen, durante una jornada en la que quedaron fuera los preclasificados Gilles Simon y Viktor Troicki. Haas, de 39 años, disputa por última vez este torneo sobre canchas de césped. El alemán se impuso 6-3, 4-6, 7-5 al francés Pierre-Hugues Herbert. El suizo Federer, quien ha conquistado 15 títulos sobre pasto, volverá a la actividad en este La explanada del Zócalo capitalino será sede de un partido amistoso entre ex jugadores de México y Alemania, como parte de una iniciativa conocida como “las revanchas”, cuyo fin es unir a las dos naciones por su amor al futbol y rememorar los enfrentamientos de ambas selecciones en los Mundiales de México 1986 y Francia 1998. Dicho partido, programado para el 9 de julio, fue presentado por la Embajada de México en Alemania, el cual tiene previsto a Cuauhtémoc Blanco, Jorge Campos, Luis Hernández, Manuel Negrete, Fernando Quirarte, Miguel España, Félix Cruz, Pablo Larios, Tomás Boy, Claudio Suárez, Pável Pardo, Carlos Hermosillo, Luis García, Ramón Ramírez, Alberto García Aspe y Francisco Javier Cruz como los miembros del conjunto azteca. Los teutones estarían conformados por Jürgen Klinsmann, Jörg Heinrich, Ulrich Stein, Andreas Brehme, Matthias Herget, Thomas Helmer, Klaus Augenthaler, Pierre Littbarski, Frank Mill, Karl Allgöwer, Thomas Hässler, Guido Buchwald, Steffen Freund, Thomas Berthold y Lothar Matthäus. Los entrenadores serían Manuel Lapuente y Berti Vogts. certamen, luego de tomarse un descanso de 10 semanas. Se le colocó automáticamente en la segunda ronda, lo mismo que los otros tres favoritos, Grigor Dimitrov, Tomas Berdych y Lucas Pouille. “Estoy verdaderamente ansioso por jugar el siguiente partido, contra uno de mis mejores amigos”, comentó Haas. “Tuvimos muchas grandes batallas en el pasado. Es el mejor jugador de la historia sobre césped. Necesitaré dar mi mejor juego para tener una oportunidad, pero uno nunca sabe”.