El Premio Man Booker fue otorgado a David Grossman
Jessica Cohen, galardonada por la traducción, informa que donará parte del dinero a una organización de derechos humanos israelí
DA horse walks into a bar.
Aavid Grossman ganó el miércoles pasado el prestigioso premio británico de literatura Man Booker de Londres, por su última novela, horse walks into a bar, traducida al español como Gran Cabaret.
El Man Booker está consagrado a novelas de ficción de autores extranjeros llevadas al inglés; entre los 13 candidatos se encontraban el también israelí Amos Oz y la argentina Samantha Schweblin.
El premio, dotado de 56 mil 846 euros, se repartirá en partes iguales entre Grossman y la traductora de su libro, la estadunidense Jessica Cohen.
La novela trata sobre la vida de un comediante que se va revelando durante una actuación nocturna en un local de stand up en la ciudad de Cesárea, y que, mediante el baile entre el cómico y el público, empieza a desenredar una historia más profunda que alterará la vida de miembros de su audiencia.
Nick Barley, el presidente del Man Booker, expresó que el libro “posa una luz sobre los efectos de la tristeza, sin trazos de sentimentalismo. Nos dejaron boquiabiertos los riesgos emocionales y estéticos que toma Grossman: cada frase y cada palabra cuentan en este ejemplo supremo del arte de un escritor”.
Grossman, nacido en Jerusalén en 1954, empezó su carrera como periodista y fue despedido de la radio por sus coberturas críticas con Israel. Escribe literatura desde los años setenta y es autor de obras como La vida entera, El niño zig-zag, Véase: amor y El libro de la gramática interna.
Conocido por su postura crítica con la política de ocupación israelí y comprometido con el proceso de paz, el autor de 63 años perdió a su hijo Uri en la segunda guerra del Líbano de 2006. Una organización israelí de defensa de los derechos de los palestinos expresó ayer su reconocimiento “El libro posa una luz sobre los efectos de la tristeza, pero sin trazos de sentimentalismo” por el donativo en su favor de una parte del Premio Man Booker con el que fue distinguida la última novela de Grossman.
Durante la ceremonia, Jessica Cohen, la traductora, anunció que donaría “la mitad del dinero del premio” a B’Tselem, una organización israelí que documenta las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados por Israel desde hace 50 años, y enemiga jurada del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, Cohen no precisó si solo donaría ella parte de sus 25 mil libras o si también Grossman cederá su parte respectiva del galardón.
Cohen elogia la acción de B’Tselem desde hace 30 años. “No es fácil decir verdades incómodas y poco halagadoras, y no es fácil oírlas, pero es esencial, no solo en la literatura, sino en la vida”, dijo. “Le estamos agradecidos y estamos determinados a continuar nuestra misión y resistir la ocupación hasta que termine”, declaró, por su parte, el portavoz de la organización de derechos humanos, Amit Gilutz.
David Grossman, el primer israelí merecedor de la prestigiosa distinción, es miembro de un consejo de personalidades de B’Tselem, aunque asegura que no representa a nadie cuando escribe. m