Una jornada extraña Bajos marcadores, nueva marca para el líder, caída de un dirigible y Phil Mickelson ausente, al inicio del US Open
El campo de Erin Hills hizo su debut como sede del US Open con una gran bienvenida a Rickie Fowler, quien empató el récord del par de campo en la primera ronda, con siete abajo y un total de 65 en el mayor campo en la historia del torneo major.
Fowler tiene una ventaja de un tiro sobre Paul Casey y Xander Schauffele, aunque luego tienen mucha compañía.
La baja anotación sugirió que el campo de 11 años es sencillo, contrario a la idea de los organizadores que creían que iba a ser complicado.
Pero los mejores golfistas del mundo no estuvieron de acuerdo. Jason Day tuvo un par de bogeys triples y dejó una tarjeta de 79, su marca más baja en un US Open, Rory McIlroy bromeó durante la semana sobre que alguien que no pudiera convertir en esos amplios campos “debería empacar e ir casa”, y sumó 78, también su peor registro.
El campeón defensor Dustin Johnson no se sintió tan mal después de una jornada extraña, y solo tuvo 75, con un birdie. “No iba a ser mejor”, reconoció.
Fowler, quien compartía el liderato tras 36 hoyos en el Masters de abril, no se acercó a un bogey, el secreto de Erin Hills no parecía tan complicado para un major. “No tienes muchas rondas tranquilas en el US Open”.
Los siete birdies del líder fueron cortos, incluidos tres en fila, y su siete bajo par empató la mejor marca para una primera ronda de un US Open de Jack Nicklaus y Tom Weiskopf, que tuvieron 63 en Baltusrol en 1980.
“Es bueno hacer historia en el golf”, afirmó Fowler. “Pero espero ser recordado por algo que suceda el domingo”.
Del Top 10 del tour, solo el campeón del Masters, Sergio García (70) y Fowler estuvieron bajo par, algunos como Jordan Spieth (73) y Johnson no hicieron tantos putts, y otros esperan recuperarse.
El arranque del certamen no tuvo a Phil Mickelson por primera vez desde 1993, estaba en California en la graduación de preparatoria de su hija, y esperaba una tormenta que le diera tiempo para llegar a Wisconsin, pero con el calor en Erin Hills, confirmó su baja; su lugar fue tomado por el mexicano Roberto Díaz (72).
Más sorprendente que el bajo registro fue el humo que salía del campo, después que un dirigible cayó en el campo y se incendió; el piloto, único a bordo, fue atendido por quemaduras.
El campo es de 7,173 metros, el más largo de un major, pero la distancia no fue el problema, sino las tormentas esporádicas que cayeron durante la semana y volvieron el campo más suave.
Un ejemplo fue un golpe de Fowler con el palo tres al green en el hoyo 18, con una brisa en la espalda, la bola solo avanzó tres metros, cuando debió viajar al menos 500.