EL CORAZÓN DE DHARMA YOGA

De acuerdo con el maestro José Gelices, “Dharma Yoga es una forma graciosa, pero difícil de yoga, que hace hincapié en la buena salud, una mente clara y un corazón amable”. Lo cierto es que Dharma Yoga se compone de varias series, por lo que es accesible a practicantes de todos los niveles y condición. En realidad es una escuela con carácter devocional, que tiene sus raíces en las nueve formas de yoga, incluyendo Hatha, Raja, Karma, Kriya, Bhakti, Japa, Laya y Jnana, así como un enfoque en los ocho miembros del yoga (Ashtanga Yoga de Patanjali) con gran énfasis en Yama, los aspectos de la conducta que hay que evitar, y Niyama, los que hay que cultivar. A nivel filosófico, según explica Naren Herrero, “Dharmaji nunca olvida mencionar que la práctica de asana debe ser ofrecida sin expectativas a Dios, o al Ser Supremo, de forma que no se trate de una actividad guiada por el ego, sino que se hace “porque tiene que ser hecha”. “Esta idea se relaciona con el camino del Karma yoga, del servicio desinteresado, en que uno actúa sin esperar los frutos de sus actos. Obviamente, esta forma de vida no se limita al mat de yoga, sino a cada momento del día. Otro pilar filosófico de este método, continúa Herrero, es svadhyaya, o el estudio de las Escrituras y los textos sagrados, como forma de darse cuenta y de entender, al menos intelectualmente, “que uno no es el ego individual, sino que es una porción del Ser Universal. Dharma Mittra dice que “creer no es suficiente” y que uno debe experimentar y conocer esa verdad y, para eso, la lectura de textos como los Yoga Su0tras, la Bhagavad Gita y la Hatha Yoga Pradipika es esencial. (Con información de hijodevecino.net y caminodelyogalibre.blogspot.mx)