Mexicanos quedan lejos
Los pilotos mexicanos no tuvieron una buena actuación en las 24 horas de Le Mans, ya que el auto G-Drive Racing de Guillermo Rojas y José Gutiérrez se ubicó en la posición 40 global, a 40 vueltas de los ganadores; mientras que el Manor TRS Racing de Roberto González tuvo que abandonar tras 10 horas de carrera, ambos en la categoría LMP2.
Rojas vio afectadas sus posibilidades tras una falla eléctrica en el alternador, que le provocó perder varias vueltas con respecto a los líderes, aunque logró terminar la competencia.
“Han sido una de las carreras más duras de 24 horas de mi vida, una falla en el alternador nos sacó de la posibilidad de pelear por la victoria, perdimos cerca de 40 minutos en los pits y ya fue muy duro buscar el podio, pudimos recuperar varias vueltas, pero en una carrera europea de resistencia, donde no hay encadenamientos, ni banderas amarillas como en Estados Unidos, es difícil recuperar terreno, tuvimos buen ritmo, pudimos terminar en el podio de no tener los problemas mecánicos”, señaló Memo.
Para Rojas fue la segunda participación en Le Mans, mientras que para José Gutiérrez era el debut, en un auto que compartieron con el japonés Ryo Hirakawa.
Por su parte, Roberto González junto a sus compañeros el ruso Vitaly Petrov, y el suizo Simon Trummer, vivieron su primera experiencia como equipo en las 24 Horas de Le Mans, pero abandonaron temprano.
La tripleta del auto Oreca-Gibson de la escudería Manor TRS Racing salió desde la segunda posición, y peleó por los tres primeros lugares de la LMP2 durante las primeras nueve horas de carrera en el circuito de La Sarthe.
Sin embargo, la décima hora resultó clave, porque al mando de Trummer, sufrió un fuerte impacto tras tocarse con el Toyota 9 de la categoría LMP1, para terminar con las aspiraciones de la tripleta donde estaba el mexicano.