Ford, jugada riesgosa
La empresa automotriz Ford anunció una jugada que tendrá un impacto global: iniciará la producción de autos Focus en China para exportarlos a EU.
Es una jugada que repercutirá en Estados Unidos, en China y, por supuesto, en México.
El impacto inmediato para México es la cancelación definitiva de la producción de esos autos en nuestro territorio.
Veremos qué reacción tiene el presidente de EU, Donald Trump.
En China, por supuesto, han de estar que brincan de gusto.
Y en caso de que Ford se retractara por presión del gobierno de EU, muy probablemente se registrará un serio problema en la de por sí difícil relación entre ambas naciones.
Para México, es un fuerte golpe en lo inmediato y una seria advertencia en términos de competitividad.
Si se atienden los argumentos del presidente de operaciones mundiales de Ford Motor, Joe Hinrichs, quien afirmó que los consumidores se preocupan mucho más por la calidad y el valor que por el lugar de origen, quiere decir que algo nos falta.
Implícitamente ¿está diciendo que es mejor la calidad de producción en China que en México?
No sabemos. Lo que sí está claro es que la producción del iPhone en China inspiró a Ford para trasladar su fabricación de autos Focus a ese país.
Si esa razón es real, los focos amarillos de alerta se han encendido para México; tendrá que ver qué hacer para mejorar el nivel de calidad en la producción de la cadena automotriz.
Ahora, Ford se ha metido en una camisa de 11 varas.
Y es que justo cuando el secretario de Comercio estadunidense, Wilbur Ross, afirma que ni México ni Canadá son manipuladores de divisas, la armadora hace pública su decisión de fabricar el Focus en China.
Ford le apuesta a un país que manipula su moneda para beneficiar sus exportaciones. Por eso es una jugada riesgosa.
Al tiempo. m