Alibaba apostará por las pymes mexicanas
El gigante chino del comercio electrónico quiere incorporar a nuevos agentes a sus filas; pretende satisfacer una demanda de más de mil millones de personas
Alibaba Group, el gigante del comercio electrónico en China y segundo en ese rubro a escala mundial, va por las pequeñas y medianas empresas (pymes) de México y América Latina para incorporarlas a sus portales de ventas en línea, en busca de productos de alta calidad que satisfagan la demanda de un mercado potencial de más de mil 300 millones de personas en el gigante asiático.
William Shi, jefe del departamento de relaciones públicas de la compañía fundada en 1999 por Jack Ma, el hombre más rico de China, precisó que existe “especial interés” por productos que las pymes de México ofrecen, con las cuales ha habido contactos, aunque aún no existen acuerdos concretos. “Expandir los negocios de Alibaba Group al mercado latinoamericano es solo un comienzo. Tenemos mucho interés en importar productos de empresas de esa región que sean de alta calidad, porque esa es la demanda del mercado chino”, expresó a MILENIO durante un recorrido por la sede central del consorcio en la ciudad de Hangzhou, provincia de Zhejiang, China.
Apenas el pasado 4 de mayo, Jack Ma se reunió en México con el presidente Enrique Peña Nieto, a quien expresó el interés de su consorcio por iniciar operaciones en el país y afirmó que sus plataformas de venta facilitarían a las empresas mexicanas, en especial a las pymes, comercializar sus productos no solo en China, sino en muchos otros países.
Tras expresar que el grupo considera que la Organización Mundial de Comercio “no es equitativa” con la pequeña y mediana empresa, William Shi informó que, además de tener como objetivo mayor apertura a ese sector, Alibaba Group plantea ofrecer cursos de formación a los empresarios para lograr un mayor aprovechamiento de sus negocios. En la actualidad, el gigante chino del e-commerce trabaja con más de 10 millones de pymes, la mayoría ubicadas en China.
Para los siguientes 20 años, la empresa espera beneficiar a 10 millones de pymes y dar servicio a más de 2 mil millones de consumidores, dando así oportunidad de empleo a 100 millones de personas. Como parte de sus apoyos, Alibaba ofrece proyectos de financiamiento por medio de su empresa filial Ant Finantial, como microcréditos para las pequeñas y medianas empresas, dependiendo de su nivel de endeudamiento.
Alipay, su servicio de custodia de pagos en línea y con el cual se lleva a cabo aproximadamente la mitad de todo este tipo de transacciones en China, es la plataforma que opera el financiamiento, a través de una aplicación móvil.
El proceso se denomina 3-1-0. Es decir, toma tres minutos aplicar al microcrédito, un segundo de aprobación y cero trabajo manual. Todo el proceso es vía electrónica. El monto de los préstamos bordea los 5 mil dólares, en promedio, y se otorga después de un análisis de datos que se realiza a través de una plataforma digital, creada también por Alibaba Group. “Tenemos muchos consumidores y a través del análisis de datos podemos tener un rango de la fidelidad de los clientes. Otorgamos préstamos, programas financieros, créditos, como los bancos, pero dependiendo del nivel de credibilidad será el monto del dinero que se otorga a las personas”, detalló William, quien especificó que el programa se aplica hasta ahora solo en China. m
En los últimos 5 años he visto de cerca, con curiosidad y sorpresa, lo que se consulta en Google y YouTube. Colectivamente se trata de una gran base con datos de intenciones humanas, la más grande de la historia. Lo que buscamos y vemos habla mucho de cómo nos informamos, entretenemos y aprendemos, pero también de cuáles son nuestros miedos y deseos más grandes.
Con esa misma sorpresa es que hace unos meses vi que un video musical en español, de un artista reconocido en Latinoamérica, se convirtió en el más visto del mundo: Despacito.
La pieza de Luis Fonsi suma cerca de 2 mil millones de reproducciones, con un crecimiento mayor al de cualquier video en la historia de YouTube. Además, desde el lanzamiento de esta plataforma —hace 12 años—, es la primera vez que un video en español es el más visto del mundo y uno de los pocos que han ocupado esta posición sin estar en idioma inglés.
Uno fue el Gangnam Style del coreano PSY hace unos años. Su éxito fue tal que solo hay un video que logró más reproducciones en las primeras 24 horas desde su lanzamiento. Fue el segundo en alcanzar mil millones de reproducciones en tiempo récord, después de la británica Adele con su producción Hello.
El fenómeno de Despacito no solo se ve en YouTube. Según Bloomberg, esta canción es la primera de un artista latino en ser la número 1 en las listas de popularidad del Reino Unido desde Living la Vida Loca de Ricky Martin, que no estaba cantada en español.
Aunque no hay que quitarle mérito a Luis Fonsi, es interesante que todos los videos que este cantante ha publicado en YouTube en los últimos 8 años, suman en conjunto menos de la mitad (48%) de las reproducciones que alcanzan las dos versiones de Despacito (remix + oficial) en 5 meses.
Pero, ¿qué es lo que podemos aprender de este fenómeno y de cómo las plataformas digitales han cambiado la manera de hacer popular el contenido?
1. Digital ha derribado las fronteras. Hoy podemos escuchar una canción en español en Corea, una en chino en México y eso aplica para todos los tipos de contenido. El creador no compite en un mercado local, sino en uno global, con mucha más competencia pero también con mayor acceso a otras latitudes. Eso aplica no solo a los creadores de contenido, sino a las plataformas, al e-commerce y a las marcas.
2. El usuario con su creatividad. Hoy más que nunca cualquiera puede decidir y dar su voto de aprobación al elegir qué es lo que quiere ver, compartir y crear. Una búsqueda rápida en YouTube con el término Despacito arroja cientos de miles de resultados —además de los oficiales y el ya famoso Despacito de Justin Bieber— de usuarios que han decidido usar su tiempo y creatividad para hacer remixes, coreografías, parodias, tutoriales de cómo tocarlo en guitarra, o tiernos videos de pequeñines cantando el éxito musical. El usuario quiere participar y lo digital le da la plataforma para hacerlo.
Es arriesgado decir que sin la existencia de las plataformas digitales, y en especial de YouTube, estos fenómenos no tendrían cabida, pero la evidencia apunta para allá, sin los usuarios que tienen el control de lo que ven y lo que crean, y lo global de las plataformas digitales, seguramente Despacito sería un éxito que estaría creciendo mucho más despacito. m