“Soy el padrote de la gráfica”, dice Eko, quien expone en Quito
El artista mexicano exhibe 17 piezas inspiradas en Cervantes
El tema parece el mismo: el diálogo de Cervantes, del Quijote, con la gráfica. Pero como su mirada creativa se construye a partir de permanentes exploraciones, terminan por ser piezas un tanto diferentes. Eko se vuelve a renovar con la exposición Eko y Cervantes. El Quijote reimaginado, que recientemente abrió sus puertas en Casa Égüez Centro Cultural, en Quito, Ecuador. “Básicamente estoy haciendo monotipos a partir de las impresiones. Estas impresiones tienen ahora unas manchas de tinta roja, hechas con un pincel de caligrafía china, que me da oportunidad de hacer gestos que rompen con la uniformidad de la impresión del grabado en madera y por la intervención que hago se convierten en piezas únicas, además de que estoy haciendo algunas aplicaciones en los capítulos más grandes para que invadan la imagen”.
Si bien en el pasado Festival Cervantino tuvo una muestra con esa misma temática, el artista mexicano —nacido con el nombre de Héctor de la Garza, pero mejor conocido como Eko— decidió hacer nuevas obras para intervenirlas en un proceso creativo que busca la exploración de los lenguajes artísticos.
“Adoro la gráfica, la calcografía y la estampa, por lo que creo que hay que sacarla de su esquema burgués, de ese respeto pequeño burgués hacia obras que simplemente tenemos congeladas en la pared o, con el arte contemporáneo, totalmente desterradas de nuestra cotidianidad.
“Insisto en ponerlas a trabajar: soy el padrote de la gráfica porque la pongo a trabajar en las esquinas, pero ella se tiene que poner a trabajar, tiene que arrancarse de las manos de los torpes artistas que están haciendo ahorita gráfica. Vamos a romper la solemnidad de la gráfica, la que, además, la estaba ahogando”, explica Eko en entrevista con MILENIO.
El Quijote reimaginado consta de 17 piezas, totalmente diferentes a las expuestas en Guanajuato, donde la exploración de esos nuevos caminos se logra al romper el corral en donde tenemos encerrados a la gráfica y al arte en general: “Hay que romper esa jaula de gallinero donde están mis grabados. Necesito poner mi gráfica a trabajar. “Lo que Cervantes se atrevió a hacer en su momento con toda la literatura de su tiempo: si él rompió los paradigmas literarios de la época y por eso El Quijote es un clásico, yo quiero transgredir más mi propia imagen para hacerla más revolucionaria, romper la propia rigidez que me establezco para lograr una mayor empatía con Cervantes”. m