Rascándole a la imagen y preferencias electorales
No será fácil que los partidos encuentren un método para seleccionar al mejor candidato y ahí pueden quedar las buenas intenciones de ir juntos el próximo año
La encuesta GEA-ISA sobre gobernabilidad y tendencias electorales, dada a conocer hoy (puede consultarse en http://structura.com. mx/gea/), arroja datos muy interesantes sobre la imagen y preferencias de los precandidatos.
Para ir al grano, si los contendientes fueran AMLO, Zavala y Osorio Chong, la votación el pasado fin de semana hubiera sido 21, 21, 10; si el candidato fuera Eruviel Ávila, Zavala y López Obrador volverían a sacar 21 por ciento y el gobernador del Edomex 11. Si en vez de Margarita estuviera, Ricardo Anaya, éste obtendría 19 por ciento contra 21 de López Obrador y 13 de Eruviel o 10 por ciento de Osorio Chong. En todas las opciones, Miguel Ángel Mancera obtiene 3 o 4 por ciento de las preferencias. No tiene nada que hacer. Que el PRD busque una alianza es lo mejor que le puede pasar.
Esos datos son muy provisionales y cambiarán mucho en los próximos meses; sin embargo, dejan ver hechos muy relevantes. Primero, los candidatos del PRI mejor posicionados están lejos, en tercer lugar, con la mitad de las preferencias de sus eventuales adversarios. Casi están en la lona, ya que además son los precandidatos que peor imagen tienen de todos los aspirantes. El secretario de Gobernación tiene 13 por ciento de opiniones positivas contra 31 negativas, es decir, un balance de menos 18; Eruviel goza de 16 por ciento de opiniones positivas contra 36 negativas, menos 20 en total. Se antoja muy difícil revertir esas imágenes predominantemente negativas.
En mayo de 2005, faltando un año para la elección de 2006, AMLO tenía 39 por ciento de intención de voto; ahora a 12 meses de los comicios de 2018, tiene 21 por ciento, 18 puntos menos que en el mejor momento de su larga trayectoria como candidato sempiterno. Aunque será uno de los contendientes con mayores probabilidades de ganar la Presidencia, está en un nivel más débil que hace seis y 12 años. No se vayan con la finta de la invencibilidad de López Obrador.
La razón de ello es fácil encontrarla, pues durante los diez últimos años AMLO carga con un porcentaje de opiniones negativas que ha oscilado entre 40 y 50 por ciento que anulan 25 o 30 por ciento de opiniones positivas. En marzo pasado, su balance mejoró pues tenía menos uno; ahora, después de sus entrevistas fallidas y de su terquedad para no reconocer errores, volvió a tener 39 por ciento de opiniones negativas contra 28 de positivas, un balance de menos 11. Si López quiere ganar, algo serio tiene que hacer con su personalidad, pues ya es muy conocida y no es del agrado de la mayoría. Por eso mi pronóstico es que difícilmente rebasará 30 por ciento de las preferencias, no obstante que hay más casos de corrupción en la mafia del poder.
Los precandidatos del PAN son los que mejor imagen tienen de todos los partidos, incluyendo a los independientes. Pero no rebasan por sí solos a López Obrador, pareciera que llegaron a su tope y si desean vencerlo tendrán que inventar algo muy novedoso e imaginativo durante las campañas. Y una de esas podría ser la alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano, si es que antes no se apuñalan internamente.
Nada más por curiosos, añadimos una pregunta anticipatoria: si el PAN y el PRD fueran en una alianza, ¿quién le gustaría que fuera el candidato? Las respuestas de los simpatizantes del PAN y del PRD fueron: Ricardo Anaya, 28 por ciento; Margarita Zavala, 22, Moreno Valle, 20 y Mancera, 11 por ciento y una quinta parte de los ciudadanos identificados con esos dos partidos están indefinidos. No será fácil que encuentren un método para seleccionar al mejor y ahí pueden quedar las buenas intenciones de ir juntos el próximo año. M