Milenio

Justifican autenticid­ad de un Greco en México

Para Salvador Riestra, de la asociación civil Los Contemporá­neos, la obra es original; descartan análisis de otros expertos extranjero­s

- Leticia Sánchez Medel/México LAS DUDAS RODEAN LA PRESENTACI­ÓN DE

Sin que ningún experto en la obra de El Greco avale la autenticid­ad del cuadro San Andrés, Salvador Riestra, uno de sus actuales propietari­os y quien pertenece a la asociación civil Los Contemporá­neos, asegura que esta obra de 136.5 cm por 89.7 cm es de la autoría del pintor Doménikos Theotokópo­ulos, luego de que fuera sometida a estudios y análisis químicos, y encontrara, por otra parte, una fotografía de esa pieza en la página 600 del libro Dominico Greco, de José Camón Aznar.

Al develar el cuadro en público en la Fundación Miguel Alemán, el presidente de Los Contemporá­neos afirmó que se trata de un Greco original por su técnica pictórica, los pigmentos, la tela y la paleta empleada, a la que, dijo, tuvo acceso; descartó que sea necesaria la confirmaci­ón de autenticid­ad de expertos extranjero­s de instancias como el Museo El Greco, de Toledo, España.

Se negó a decir en cuánto compró la obra, el monto en que está asegurada y si está dentro de sus planes venderla o exponerla.

A decir de Alejandro González Acosta, experto en cultura, literatura y arte novohispan­o y en historia de México y España, la autenticid­ad de la obra está debidament­e documentad­a por Aznar, especialis­ta en la obra de El Greco, quien en 1950 publicó su catálogo, que incluye la obra en cuestión, que pertenecía a la colección de Diego Cánovas y que fue sacada de España tras la Guerra Civil en ese país. En una larga e interminab­le presentaci­ón de lo que llamaron un Greco en México, quien mejor argumentó que esta obra que data del siglo XVI puede ser adjudicada a la asociación civil fue el abogado José Elías Moreno Apis.

Dijo que desde el punto de vista legal hay varias cuestiones: la primera es la relacionad­a con la propiedad: la asociación civil Los Contemporá­neos, que preside Salvador Riestra, es propietari­a de la obra. Aunque en materia jurídica no hay una factura expedida por El Greco, la posesión de la obra es lo que le da a la asociación el título de propiedad.

La segunda cuestión tiene que ver con la autenticid­ad, para lo cual se tendría que consultar a los abogados, ya que, obviamente, no existe la prueba confesiona­l porque El Greco no puede venir a decir que él lo pintó; tampoco existe la testimonia­l, debido a que ninguno de los que lo vieron pintar está vivo. “No obstante, existen muchas otras pruebas; comenzaría con la presuncion­al, ya que esta imagen no fue inventada por alguien recienteme­nte tratando de emular a El Greco, pues aparece en el catálogo de Aznar, solo que hubiera otra obra igual para poder comparar la identidad y saber cuál es la buena. Hasta ahora no existe otra imagen representa­da físicament­e que correspond­a a la del catálogo de Aznar. Esa es, entonces, una prueba presuntora­l: El Greco sí pintó así”.

El jurista hizo referencia a las pruebas expuestas por los expertos, a las que llamó pruebas periciales:“Fueron alrededor de 25 pruebas de química, de

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