Bajo el gran cielo de Chile
CONSTRUIDO EN LO ALTO DE UNA MESETA A 5,000 METROS DE ALTURA SOBRE EL NIVEL DEL MAR ESTÁ Y QUE ESTÁ A PUNTO DE ABRIR SUS PUERTAS AL PÚBLICO
Esta vez viajé al Desierto de Atacama en Chile. La luna y yo sincronizamos nuestros calendarios y llegamos a un acuerdo para no encimarnos. Por ello, la región se ha convertido en el hogar de los telescopios más grandes del mundo durante los últimos veinte años.
El más reciente es Alma, el Atacama Large Millimetre/Submillimetre Array. Este poderoso observatorio de radio está compuesto por 66 antenas y se encuentra a 5,000 metros de altura sobre el nivel del mar en una meseta cerca de la frontera con Bolivia y algunas organizaciones astronómicas de Europa, América del Norte y del este de Asia pagaron 1,400 millones de dólares para construirlo. Además se encuentra muy cerca del lugar donde me estoy hospedando, en el hotel Tierra Atacama en la ciudad oasis de San Pedro de Atacama. A principios de 2015 Alma tiene planeado abrir sus puertas al turismo y a mi me invitaron a la preinauguración. Era una oportunidad irresistible para alguien como yo que toda la vida ha sido un geek de la astronomía.
El Tierra es una operación de altura pero de bajo perfil. Sus habitaciones son cajas de concreto con buena ventilación y con pocos muebles, aunque no baratos y no tienen televisión. Al día siguiente me voy a explorar. El hotel se encuentra a un paso del Valle de la Luna, un paisaje irregular de dunas, acantilados y cañones abrasadores bajo un cielo azul. La paleta, obvia para el Atacama, es beige y gris, con algunos parches de sal por aquí y por allá, como si fueran musgo blanco.
Alma es una verdadera excursión. Primero viajamos cerca de media hora por una carretera geométricamente recta que atraviesa el llano pedregoso después de la ciudad de San Pedro y que se dirige a la frontera con Bolivia. Después hacemos una parada en una garita para un video de seguridad y tomamos un camino de terracería perpendicular a la carretera en dirección a la cadena de montañas en donde se encuentra el observatorio. Mientras ascendemos puedo ver a la izquierda Licancabur que es un cono ominoso que atrapa la mirada durante muchos kilómetros.
Justo debajo de los 3,000 m llegamos a Alma OSF (Operations Support Facility, las Instalaciones de Apoyo de Operación), un pequeña zona industrial en donde trabajan la mayoría de los astrónomos y su equipo de apoyo. En su centro se encuentran un par de construcciones de dos pisos, resplandecientemente blancas y nuevas y con toldos metálicos para protegerse del sol; y las lagartijas se tienden en donde alcanzan algo de sombra.
Afuera están dos antenas de Alma, dos estructuras blancas con discos de metal de 12 metros de diámetro. Cada una cuesta 10 mdd y está diseñada para recibir señales de onda de un milímetro o menos; la luz visible a la que nuestros ojos son sensibles y para la que los telescopios convencionales están diseñados tiene una longitud de onda mucho menor.