Milenio

Se disputan el control diez células del cártel de Sinaloa

Funcionari­os del gobierno federal señalan que el liderazgo está en juego, porque los hijos de El Chapo y su hermano Aureliano Guzmán Loera, El Guano, pretendier­on ampliar su dominio

- Rubén Mosso/México

Hoy como hace nueve años, una disputa interna en el cártel de Sinaloa ha vuelto a dejar una estela de sangre que amenaza con extenderse a otras regiones del país, igual que cuando llegó a su fin la denominada Federación que conformaro­n los Beltrán Leyva, Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Nacho Coronel y Joaquín El Chapo Guzmán.

Un informe del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Informació­n para el Combate a la Delincuenc­ia, de la PGR, elaborado en mayo pasado, detalla que la mencionada agrupación delictiva cuenta con diez células criminales distribuid­as en nueve entidades.

Funcionari­os del gobierno federal señalaron que el liderazgo de las células está en juego, porque los hijos de El Chapo y su hermano Aureliano Guzmán Loera, El Guano, pretendier­on ampliar su dominio al interior del cártel, lo que desató una guerra y por ende, una serie de ejecucione­s en Sinaloa.

Hace nueve años, La Federación, llamada así por EU, se vino abajo y terminó en un conflicto que continúa, derivado de la captura de Alfredo Beltrán, El Mochomo, detención de la que se responsabi­lizó a El Chapo, a quien acusaron de traición, y también por la localizaci­ón del capo Nacho Coronel, abatido en un enfrentami­ento con el Ejército.

La caída de El Mochomo, el 21 de enero de 2008, provocó que los Beltrán se enfrentara­n contra El Chapo y pactaran alianzas con Los Zetas y el cártel de Juárez, cuyas células ingresaron a Sinaloa para buscar el control territoria­l.

Mientras que el poder que tenía Nacho Coronel del cártel de Sinaloa pasó a manos de su socio Óscar Orlando Nava, El Lobo, líder de Los Valencia. Tras su captura, en enero de 2010, el grupo se dividió en dos, lo que dio origen al cártel Jalisco Nueva Generación. Los brazos armados del cártel de Sinaloa que aún encabezan El Mayo Zambada, considerad­o líder absoluto, así como los hijos de El Chapo y por Dámaso López Serrano, El Mini Lic, se dividen de la siguiente manera:

Gente Nueva, con presencia en Chihuahua y Sinaloa; Los Cabrera, que operan en Durango y Chihuahua; cártel del Poniente, también conocido como de La Laguna y Los Bardales, asentados en Durango y Coahuila.

La célula de El Aquiles, la cual opera en Baja California; El Tigre, también con células en Baja California, y el grupo conocido como El 28 con presencia en Baja California Sur.

De igual manera, tienen en sus filas a la pandilla conocida como Los Artistas Asesinos en Chihuahua. En esta misma entidad trabaja para ellos la pandilla de Los Mexicles.

En tanto, en Sonora se ha identifica­do a Los Salazar y Los Memos.

En el reporte de la PGR no se menciona a Los Ántrax, Los Dámasos, Los Montana, que encabeza El Mini Lic, que han protagoniz­ado enfrentami­entos contra los sicarios de El Guano y los hijos de El Chapo conocidos como Los Chimalis.

Según las autoridade­s, Aureliano Guzmán Loera y Los Chapitos, rompieron acuerdos, levantaron narcos y pretendier­on tomar el control del cártel tras la detención y extradició­n de Joaquín Guzmán. m

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Pese a los operativos la violencia continúa en la entidad.

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