La compañía Barro Rojo celebra 35 años de danza independiente
Revelar el misterio de la condición humana y mantener una postura ante los fenómenos sociales ha sido una especie de faro que le ha permitido mantenerse viva a la compañía mexicana de danza Barro Rojo Arte Escénico. Ha sido una batalla intensa que ya alcanza los 35 años.
Para celebrar, en la clausura del Encuentro Nacional de Danza 2017, la compañía presentará el sábado 15 de julio, a las 19:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, dos coreografías: el estreno de No me voy, solo vuelo y el reestreno de Travesía, ambas creadas por Francisco Illescas y Laura Rocha; en la segunda también colaboró Miguel Gamero.
La compañía nació en 1982, en la Universidad Autónoma de Guerrero; dos años después se trasladó a la Ciudad de México para lograr su independencia. Ha acostumbrado a su público a que cada pieza lleva investigación experimental, teórica y hasta pedagógica, y también toques de teatro, música, plástica y profundización en el trabajo corporal. “Es muy importante que un proyecto artístico, especialmente dancístico, cumpla tantos años en un país en el que se apoya muy poco a este arte. Han sido años de mucho trabajo, algunos sueños se han podido concretar, otros no, pero de todos modos ha sido mucho trabajo mantener una propuesta vigente y congruente. Hoy no solamente somos una compañía de danza: aquí muchos nos hemos formado como bailarines, coreógrafos, gestores y hasta como administradores. Creemos que Barro Rojo es ahora una plataforma que dota de muchas herramientas a sus integrantes, y eso es un gran orgullo para nosotros”, dice Laura Rocha, directora de la agrupación.
explica a MILENIO que en Travesía se plasma la difícil experiencia de la migración, mientras que No me voy, solo vuelo explora las relaciones intrafamiliares, sus roles y la partida de varios de estos integrantes. m