Quintana se aferra a la gesta
Ahora es más el querer que el poder”, aseguró ayer el colombiano Nairo Quintana en la primera jornada de descanso del Tour de Francia, en el que está lejos de la posición de pretendiente al triunfo final con la que había llegado a la carrera.
El jefe de filas de Movistar compareció ante los medios con el gesto resignado y el discurso voluntarioso. Más que el tiempo perdido, 2.13 minutos con el británico Chris Froome, insuficiente para tirar la toalla con dos semanas de competición, Pirineos y Alpes por delante, Quintana parece descontento con las sensaciones que se ha dejado en la carrera.
El ciclista no ha podido aguantar el ritmo de los mejores en la montaña, el terreno en el que se le supone una superioridad: “Hemos cedido tiempo por falta de fuerzas, no nos vamos a engañar”. Quintana aseguró que debe tener “un día brillante” y que coincida con una “etapa importante”, para volver a recuperar las diferencias.
Desde que comenzó el Tour, el colombiano tiene marcada en rojo la etapa del Izoard, el próximo 20 de julio, dos días antes de la contrarreloj definitiva en Marsella. Pero esa jornada parece ahora demasiado poco trampolín para catapultar a Quintana al podium, la posición en la que ha acabado en sus tres participaciones, dos en el segundo puesto y el año pasado en el tercero.
“Traigo bastantes días de competición juntados, con los del Giro. No sé lo que puede pasar en la tercera semana, pero puedo tener un día brillante y espero que coincida con una buena etapa”, señaló.
El haber competido en Italia, donde fue segundo por detrás deTom Doumolin, parece pesando en las piernas de Quintana.