El Ariel El vuelo de la Victoria
(Mi corazón es tuyo), Andrés Palacios (Amor en custodia), Mane de la Parra (Corona de lágrimas), Susana Dosamantes (Amalia Batista) y René Strickler (Piel de otoño).
Todos ellos, y los que no alcanzo a mencionar por razones de espacio, son inmensas figuras de la escena telenovelera, en una magnífica producción de Nathalie Lartilleux (Corazón indomable) y en una espléndida historia original de Carlos Romero, el escritor favorito de Valentín Pimstein y responsable de cañonazos como Marimar, con libretos de él y de escritores como María Antonieta Gutiérrez (Velo de novia).
Obviamente esto no es House of Cards, no está hecho para Netflix y no pretende realizar ninguna clase de denuncia política.
¡Pero qué cree! De eso se trata el negocio de las telenovelas que se transmiten en la televisión abierta tanto de México como del resto del mundo.
Para contenidos como House of Cards están otras plataformas, para Netflix lo de Netflix y ni hablemos de lo que ocurre con los proyectos de denuncia política.
Si usted es una persona sin complicaciones que lo único que quiere es pasársela bien en compañía de los suyos, recibir un mensaje de superación personal y optimismo, y reforzar sus hábitos en el consumo de televisión abierta privada, lo invito a gozar con El vuelo de la victoria.
Por telenovelas como ésta vale la pena encender la televisión. ¿A poco no?