VERSTAPPEN SE APAGA
El piloto sensación de la temporada anterior, ahora solo acumula 22 vueltas en las últimas tres carreras, cinco retiros, y apenas registra un podio en nueve Grandes Premios Estoy decepcionado, pero es importante seguir empujando, porque hay muchas carrera
El holandés Max Verstappen fue la sensación de la temporada 2016 de Fórmula Uno. Tras iniciar la campaña con Toro Rosso, sus actuaciones lo llevaron a la escudería mayor, Red Bull, para el Gran Premio de España y dejó su huella, con un triunfo, para convertirse en el ganador más joven en la historia de la máxima categoría.
No se frenó ahí, en Austria y Gran Bretaña fue segundo, en Alemania tercero y en Malasia y Japón también quedó por detrás del ganador, y de nuevo completó el podio en Brasil, en la penúltima fecha del Gran Circo.
Cerró la campaña con 204 puntos, para ubicarse en la quinta posición del campeonato de pilotos, a 52 unidades de su compañero en Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo, que tuvo ocho podios y también un triunfo.
El 2017 lucía prometedor. La mayor promesa de la F1 estaba en la escudería austriaca desde el comienzo de la temporada, lo que era un paso adelante: “Manejarlo desde el inicio, en los test y la pretemporada es importante”, comentó en ese momento.
Lo demostró de inmediato. En Australia fue quinto, mientras que su coequipero ni siquiera terminó la carrera, y en China subió al podio en tercer lugar, por delante de Ricciardo.
Pero a partir de ahí todo cambió, en Bahréin solo dio 11 vueltas por una falla en los frenos, en Rusia fue quinto, y en España, cuando cumplía un año en el equipo, fue víctima de un contacto del finlandés Kimi Räikkönen, de Ferrari, y apenas completó una vuelta.
En Mónaco fue quinto, pero es la última carrera que ha completado. En Canadá tuvo una falla eléctrica tras diez vueltas, después de una salida fantástica; en Azerbaiyán tuvo un problema con la presión del combustible tras 12 giros, y en Austria la desgracia se acumuló en la salida, después de una falla en el clutch, fue víctima del contacto entre Daniil Kvyat (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren), y fue el primero en abandonar.
“Los mecánicos han trabajado duro y no hay nadie a quien culpar, solo hemos tenido mala suerte de forma reciente y debo intentar ser positivo; no es un buen momento y estoy decepcionado, pero es importante mantener la concentración porque quedan muchas carreras por delante, esperemos que la siguiente sea mejor”, comentó.
En esa etapa, Max ha perdido el sexto lugar en el campeonato, a manos del mexicano Sergio Pérez (Force India), y ha visto cómo Ricciardo se ha convertido en el aderezo, con cinco podios en fila, incluido el triunfo en Azerbaiyán.
Con la campaña cerca de llegar a la mitad, la diferencia de puntos entre el holandés y el australiano es la segunda más grande entre coequiperos, solo superada por los Ferrari.
El alemán Sebastian Vettel, líder del campeonato, acumula 171 unidades por 83 de su compañero, el finlandés Kimi Räikkönen, para una diferencia de 88; sin embargo, detrás de ellos están Ricciardo, con 107 y Verstappen con 45, para una distancia de 62.
Del otro lado está el finlandés Valtteri Bottas, de Mercedes, quien cada carrera le ha recortado la distancia al británico Lewis Hamilton, y ya está a solo 15, aunque la distancia más corta entre pilotos que comparten el mismo auto es
en McLaren, donde el español Fernando Alonso registra dos puntos, por ninguno del belga Stoffel Vandoorne.
Aunque los dos conductores de Woking tienen tres retiros cada uno, el líder en ese departamento es Verstappen, con cinco, en nueve carreras disputadas.
Max ha pasado de registrar 72 puntos en los primeros nueve Grandes Premios del 2016, a pesar de militar en dos escuderías, a llegar con 27 al Gran Premio de Gran Bretaña del domingo.