Fiesta sin invitados
Los altos costos de los boletos, así como la lluvia contribuyeron a la pobre entrada en el Azul, para presenciar el duelo entre La Máquina y el Porto
Los alrededores del estadio Azul estaban vacíos a comparación de partidos de la Liga Mx; las expectativas de la Supercopa Tecate no eran tan altas como sus precios. Desde que se anunció el evento, la afición cementera desairó el partido contra Porto. Las razones no recayeron en el equipo luso, sino en el boletaje que alcanzó un precio de 2 mil 250 pesos.
Hasta el jueves menos de cinco mil entradas habían sido compradas; ese mismo día los promotores del evento pusieron la venta de boletos al 2x1, pero ni siquiera eso incentivó para que la gente asistiera al partido. La entrada más barata era de 740 pesos, la más alta continuó arriba de los 2 mil pesos. Los seguidores de La Máquina lamentaron en redes sociales no asistir argumentando que “el costo era excesivo, difícilmente de pagar”.
Páginas de internet e influencers de redes sociales regalaron boletos por medio de dinámicas, la convocatoria falló. Incluso, a unas horas del evento, los revendedores comenzaron su labor de venta con precios de 800 pesos, pero al ver la poca demanda rebajaron los costos hasta 500 pesos.
Pero ni todos los intentos lograron que Cruz Azul registrara una buena entrada en su estadio para su último partido de pretemporada y contra un equipo europeo, eventos difícilmente posibles en nuestro país. Aunado a lo anterior, la lluvia acrecentó la baja asistencia, en cuanto el inmueble volvió a lucir semidesierto.
Por un momento, se llegó a pensar que la convocatoria podría registrar resultados positivos al verse un tumulto. Pero éste fue ocasionado por curiosos y por los mismos aficionados que sin gastar un solo peso, asistieron únicamente a la espera de ver llegar los autobuses al inmueble.
Cuando los equipos aparecieron, las muestras de afecto fueron más para el Porto, en específico, para el portero español Íker Casillas. La gente coreó su nombre hasta el cansancio y al ver bajar a los jugadores mexicanos que militan con los Dragones Azules, la algarabía también se hizo presente. Caso contrario en el arribo de Cruz Azul, que aunque la gente se amotinó el único nombre que se escuchó por unos segundos fue el de Chaco Giménez.
Aunque la entrada mejoró pasados los veinte minutos de juego y alcanzó un 50 por ciento, siguió sin cumplir los estándares que se tenían previstos. Al medio tiempo, la gente pudo disfrutar de un show de fuegos artificiales, pero el empate que se mantenía hasta ese momento; además de no ver a Héctor Herrera, Diego Reyes y Miguel Layún en acción, los mantenía en cierto descontento por el dinero invertido.
Lo único que le queda por aprender a La Máquina de este suceso es que requiere de dar buenos espectáculos de cara al Torneo Apertura 2017 con el objetivo de invitar a sus aficionados y hacerles saber que cualquiera que sea el evento, merece la pena asistir.
Chivas, otro de los equipos grandes de México, se medirá mañana ante los Dragones Azules. Falta ver si el poder de convocatoria en la Perla Tapatía responde favorablemente, aun pese a los altos precios.