¿A quién incomoda Gerardo Esquivel?
Desde que Gerardo Esquivel preside el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, se ha realizado un trabajo francamente notable. Quizá por ello resulta incómodo para quienes encuentran en la investigación profesional una amenaza a sus intereses de grupo.
No es coincidencia el acoso que el equipo del IBD ha sufrido a partir de las investigaciones que han circulado públicamente, pues tienen un denominador común: contenidos innovadores bajo un enfoque sistémico con visión de Estado.
Uno de los productos que más circuló en últimos meses fue el titulado “Seguridad interior: elementos para el debate”. Dicho estudio muestra que la violencia en México se encontraba en niveles mínimos históricos cuando Felipe Calderón decidió poner en marcha la guerra contra el crimen organizado. “En 2007 no existía una crisis de seguridad que justificara el despliegue simultáneo de operativos con las fuerzas armadas”.
Además, varios números de Mirada legislativa estuvieron dedicados a ofrecer análisis de las diferentes entidades federativas que atravesarían un proceso electoral este año. Presentaron datos sobre deuda pública, corrupción y transparencia, impartición de justicia, violencia y seguridad pública. Sin embargo, el Senado censuró la circulación del material hasta que concluyera el proceso electoral.
No está de más aclarar que la publicación integraba datos tomados de fuentes oficiales como el Inegi, el INE o los propios congresos de cada entidad federativa. Por ejemplo, las evidencias del endeudamiento histórico de Veracruz, el incremento al presupuesto de los partidos en Nayarit de 172 por ciento respecto a 2011 o el desglose de los 24 mil 800 delitos por cada mil habitantes en Coahuila al cierre de 2015.
Justo después de circular estas publicaciones, Pablo Escudero, presidente del Senado ordenó una auditoría al IBD. El acoso se hace aún más explícito tras la nota que publicó Excélsior acusando al Dr. Esquivel de “colgarse del cargo en el Senado”, en la que aseguran que exigió reembolsos que alcanzan casi los 5 mil pesos. Su réplica hasta ayer no había sido publicada.
Basta revisar el trabajo profesional del académico para entender que se busca inhibir su compromiso por ofrecer información útil y fidedigna a los ciudadanos. ¿Qué intención tienen quienes buscan mermar el prestigio del Dr. Esquivel? ¿Qué irrita a aquellos que enviaron información incompleta y falaz sobre su desempeño? Conocer el trabajo que el equipo del Belisario Domínguez ha producido durante su gestión puede darnos alguna pista. M