INVERSIÓN DE 29 MILLONES DE PESOS Devuelven memoria al Bosque de Chapultepec
La rehabilitación del antiguo acceso al lugar incluye la creación de un museo de sitio, en el que se mostrará su importancia en la historia de México
Por aquí se entraba a la vida eterna. Al menos eso era lo que guiaba los pasos de los primeros pobladores de Tenochtitlán, quienes llegaban al Bosque de Chapultepec en busca del lugar donde se vive por siempre. El historiador dominico fray Diego Durán documentó que esa búsqueda tenía un nombre: “La cueva Cincalco, lugar muy ameno y recreable, lugar de las aguas muy cristalinas y claras y de mucha fertilidad de todo género de bastimentos y frescura de rosas y flores”.
La cueva queda hoy como testimonio de la simbología religiosa de los aztecas, pero la puerta a ese mundo de vegetación con árboles de 700 años de antigüedad ha llegado hasta nuestros días convertida en Antiguo Acceso al Bosque de Chapultepec o Casa del Guardabosque.
Se trata de un edificio que durante el siglo XIX fue la entrada al antiguo Colegio Militar, célebre en la historia de México por el episodio de los Niños Héroes. Olvidado durante décadas recientes, este antiguo acceso está a punto de recobrar un esplendor que había perdido. “Es un lugar que pedía a gritos ser restaurado”, explicó Antonio del Valle Perochena, miembro del Comité Técnico del Fideicomiso Probosque Chapultepec. En tamaño, se trata de un espacio pequeño en comparación con el resto de los proyectos de restauración y recuperación del bosque. “Pero su valor sentimental es especialmente importante. Ni siquiera económicamente resulta algo impresionante porque hablamos de 29 millones de pesos de inversión. “Si lo comparamos con los mil millones de pesos que se han utilizado desde 2004 a la fecha en el bosque, resulta un presupuesto pequeño, pero para el fideicomiso era urgente su rehabilitación por el valor histórico”. El dinero que se utilizará en este inmueble, catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), será invertido en dos partes: 18 millones para la reconstrucción del edificio y 11 para convertirlo en la memoria del Bosque de Chapultepec mediante un museo de sitio. “La museografía contempla una sección dedicada a los acontecimientos históricos del bosque (como la defensa de México ante la invasión estadunidense y el establecimiento de la residencia presidencial en época de Lázaro Cárdenas), otra con información de los espacios culturales de la zona (con los museos que se crearon durante el siglo XX), una tercera enfocada en la educación ambiental (resaltando la flora y fauna que habitó y vive en el “Es un lugar que pedía a gritos ser restaurado”, explicó Antonio del Valle Perochena lugar, como venados, águilas, tigres, tejones y cacomixtles) y finalmente un espacio para la recuperación de la historia del bosque”, comentó Del Valle.
Con este proyecto se hará realidad una petición que ya desde 1838 se podía leer en el Calendario Galván: “Muchos de los que asisten a Chapultépetl tienen el deseo de saber el origen de aquel palacio y de las construcciones que le circundan, la antigüedad de aquellos árboles gigantescos, el destino de las aguas de sus manantiales, pero las noticias de algunas de estas cosas se han perdido en la oscuridad de los tiempos”.
Antonio del Valle Perochena añadió que la Casa del Guardabosque siempre fue una parte del plan presentado desde 2004 por el Fideicomiso Probosque, “pero no habíamos podido reunir y asignar el presupuesto para recuperarla”. La mayoría de los trabajos al interior del edificio ya se realizaron: se colocó duela machimbrada en la crujía sur, así como malla de varilla y capa de polietileno en azoteas, se derribaron muros adendos (no originales) en la planta baja de la crujía sur, se demolieron pisos de concreto, se desmantelaron instalaciones hidrosanitarias, así como puertas y ventanas (no originales), y se realizó apuntalamiento preventivo del arco poniente en el acceso principal.
Ahora los trabajos se enfocan en la fachada. “Todo se hace bajo la supervisión y aprobación del INAH para garantizar que no se dañe la estructura original”, explica el director de las obras. “Es una de las estructuras más antiguas y lo que queremos es que recupere su esplendor para los 17 millones de personas que visitan el bosque cada año”.
El contenido y curaduría del museo todavía está en proceso de definición, pero Del Valle adelantó que no solo será una exposición en imágenes y fotografías, sino que incluirá recorridos virtuales. M