Movilidad social e inclusión
Dos temas cruciales para la equidad en educación
“Algunos de los datos han suscitado un debate en los medios de comunicación, sobre todo, el vínculo entre el color de la piel y las oportunidades educativas y laborales”
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó recientemente el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional, cuyo propósito es generar información retrospectiva y actual de la población de 25 a 64 años de edad sobre aspectos sociodemográficos y socioeconómicos que permiten comparar el origen y el destino de los individuos en las dimensiones educativa, ocupacional y económica, así como sobre la percepción de los entrevistados sobre la movilidad social cuando tenían 14 años comparada con su situación actual.
El tamaño de la muestra fue de 31 935 viviendas. La información de este estudio, realizado entre julio y diciembre de 2016, tiene representatividad nacional para los ámbitos urbano y rural, y sus resultados se presentan en cinco clasificaciones: Características sociodemográficas, Movilidad social educativa, Movilidad social ocupacional, Percepción sobre su situación socioeconómica y Percepción de movilidad social por autorreconocimiento de color de piel.
Algunos de los datos han suscitado un debate en los medios de comunicación debido a que aborda temas sensibles para la sociedad mexicana, sobre todo, el vínculo entre el color de la piel y las oportunidades educativas y laborales. A pesar de que la polémica se ha orientado al segmento del estudio sobre percepción de movilidad social por autoclasificación de color de piel, existen otras premisas interesantes que presenta este estudio sobre la educación en nuestro país.
De acuerdo con el Inegi, mientras mayor es el nivel de escolaridad del miembro de la familia que la sostiene económicamente o proveedor principal, la población presenta niveles de escolaridad más altos, y cuando el padre y la madre son los proveedores económicos, casi la mitad (47.5 por ciento) alcanza una escolaridad media superior o superior. Otro dato relevante es que, según este estudio, continúan prevaleciendo desventajas de género en cuanto acceso a la educación. Por ejemplo, mientras 14.9 por ciento de los hombres cuyo proveedor no terminó ningún nivel de escolaridad alcanza niveles de escolaridad medio superior o superior, en las mujeres esta cifra es de sólo 11.1 por ciento.
Sobre los datos en función del color de piel de la población mexicana, según este estudio sólo 10 por ciento de quienes señalaron tener una piel más clara (en una escala de 11 tonalidades) no cuenta con algún nivel de escolaridad. No obstante en los encuestados que se autoclasificaron con un tono de piel más oscuro la cifra fue de 20.2 por ciento. Asimismo, en quienes se autopercibieron con una piel menos clara se observa un mayor rezago educativo, ya que 28.8 por ciento cuenta con primaria incompleta y 23 por ciento con primaria completa. El propio Inegi concluye que “mientras más oscuro el color de la piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando los tonos de piel son más claros, los ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan”.
Para el Ceneval, el tema de la inclusión es de importancia fundamental, ya que el carácter nacional de sus evaluaciones obliga a eliminar cualquier elemento que ponga en desventaja a ciertos grupos o segmentos de la población. Se le llama sesgo a cualquier variable que puede poner en desventaja a ciertos grupos por cuestiones de edad, sexo, religión o región geográfica, entre otros.
En el Centro se pone especial atención en asegurar que las preguntas que integran cada uno de los exámenes que se diseñan estén libres de todo sesgo, como los mencionados, la raza o el color de la piel, pero también el relacionado con el lenguaje utilizado, el cual puede poner en condiciones de desventaja a los sustentantes cuya lengua materna no es el español, como es el caso de quienes provienen de comunidades indígenas.
Durante diciembre pasado, por ejemplo, se llevó a cabo una reunión del Comité de Inclusión de los EXANI, cuyo objetivo fue revisar los reactivos de Comprensión lectora y Estructura de la lengua del EXANI-I Admisión, para evitar sesgos y garantizar que las personas de comunidades indígenas puedan contestar la prueba en igualdad de condiciones que el resto de los sustentantes. Las sesiones de trabajo se organizaron en mesas integradas por especialistas de diferentes regiones del país, bilingües en lengua indígena, que atienden a jóvenes de bachillerato y que tienen contacto directo con comunidades de origen tsotsil, náhuatl, mazahua, tlahuica y matlazinca.
El diseño de versiones del Examen Nacional de Ingreso a la Educación Media Superior (EXANI-I) en el sistema de lectura y escritura braille, es otra de las acciones que el Centro desarrolla para promover la inclusión de todos los segmentos de la población a los procesos de evaluación.
Cada acción hacia la inclusión, por pequeña que parezca, contribuye a mejorar la situación de la población en condiciones de marginación. La responsabilidad social del Ceneval implica desarrollar acciones como las mencionadas anteriormente y otras más, con el propósito de dar cabal cumplimiento a los objetivos que le dieron razón de ser.