La Fonoteca recorre historia de las máquinas de sonido
La colección incluye discos de pasta, cintas y casetes, además de la primera grabación del vals “Sobre las olas” y del Himno Nacional
Zenith, Detrola, Victrola, PortalPal, Zeda, Emerson, Victor, Edison… Marcas de gramófonos, tocadiscos y radios que presenta la exposición Memoria de otro tiempo sonoro, muestra de la colección de Armando Pous Escalante, que se exhibe en la Fonoteca Nacional.
Pous Escalante dice a MILENIO que comenzó su acervo con discos de 78 revoluciones en tianguis y bazares en los años sesenta: “Fueron escaseando y coleccionarlos se me hizo interesante. Empecé a conocer a coleccionistas de soportes sonoros, y Dios se los llevó antes que a mí. Sus familias me los obsequiaron o los compré hasta hacer la que, creo, es la colección particular más grande y tal vez la más completa de México, que ahora está en la Fonoteca Nacional”.
¿De qué consta la colección? Son 50 mil piezas sonoras, entre discos de pasta, elepés, discos de 45 revoluciones, cintas, casetes. El disco más antiguo del acervo de la Fonoteca es el mío, grabado en 1900 en Estados Unidos, que contiene “Sobre las olas”, de Juventino Rosas. Hay cosas más antiguas, pero son copias que se han obtenido por intercambio.
¿Cuáles son las piezas más preciadas? Yo creo que la grabación de “Sobre las olas”, pero también la primera grabación del Himno Nacional de 1901, de la que tengo dos ejemplares, y cosas que registré en los años sesenta con una grabadora de cinta. Grabé, por ejemplo, la llegada de Kennedy a México, el arribo de Charles de Gaulle y la oración fúnebre de Adolfo López Mateos dicha por Jaime Torres Bodet, que es bellísima.
¿Y su colección de fonógrafos? Traje algunos muy representativos, porque el espacio es reducido y sería repetitivo mostrar muchos. La muestra incluye 10 gramófonos y 30 radios. Las radios van desde lo que yo llamo “época mágica”, porque estos aparatos no tenían corriente eléctrica ni bulbos ni bocinas, y todavía sirven. Hay radios con bulbos de los años veinte, y una gama de aparatos que muestran desarrollos técnicos y de diseño que enriquecieron no solo la radio sino también lo visual.
¿Cuáles son los cambios? Están los de la madera al plástico, a resinas y hasta cartón. Además están las radios de bulbos que cambiaron luego a transistores y después a los de circuito impreso, aunque no traje ninguno porque ya son de los años ochenta y noventa. Es interesante ver la evolución de la radio en los gabinetes: uno admira desde las maderas finas, semipreciosas, a las láminas y el plástico. Se puede observar cómo hubo miles de diseños en la combinación de formas, colores y materiales. Eso da otra visión, tanto estética como auditiva.
¿Cuál es la magia del gramófono? Que un disco oscuro con rayas suene, ¡esa es la magia! Cómo hicieron para transmitir, a base de vibraciones, un sonido a una pasta. ¡Tengo discos de 115 años que todavía suenan! En cambio está demostrado que los discos compactos se van borrando después de un tiempo. Los de pasta van a sobrevivir muchos años, mientras que el cd, con toda la modernidad, no. Por eso la Fonoteca los conserva bajo líneas muy modernas. Aquí tienen la voz de Porfirio Díaz, y pronto van a tener la de un ex presidente, grabación que busqué durante 50 años. No voy a decir cuál es, pero ya lo iremos anunciando. m