No satisface a Venezuela explicación de México
El mandatario asistirá hoy por última vez al aniversario del asalto al cuartel Moncada o Día de la Rebeldía Nacional
Las explicaciones de los gobiernos de México y Colombia sobre una intervención en asuntos internos venezolanos son “absolutamente insatisfactorias”, dijo el canciller de Venezuela, Samuel Moncada, en conferencia telefónica con periodistas en EU.
Moncada acusó el lunes a ambos países de asociarse con la CIA para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. “México y Colombia están trabajando en concordancia con el gobierno de EU para derrocar al gobierno democrático del presidente Maduro”, insistió.
Hace una semana, el director de la CIA, Michael Pompeo, dijo que había hablado con funcionarios de México y Colombia para “ayudarles a entender las cosas que podrían hacer para lograr un mejor resultado” en Venezuela .
Colombia aseguró en un comunicado que “jamás ha sido un país intervencionista”, mientras México rechazó “de manera categórica la información difundida”. En Twitter, Maduro se dijo “víctima de persecución mundial”, pues desde Miami prohibieron una versión de la canción “Despacito”, del cantante puertorriqueño Luis Fonsi. Su gobierno se apropió cambiándole sin permiso la letra para promocionar la Asamblea Constituyente que se instalará en Caracas el 30 de julio. “La Constituyente solo quiere paz, solo con amor salvaremos la patria (...). Pasito a pasito, suave, suavecito, vamos dejando el odio, te lo garantizo”, suena el tema difundido por primera vez el domingo en tv. Fonsi dijo que en ningún momento se le consultó “el uso o cambio de la letra de ‘Despacito’ para fines políticos”.
En tanto, los venezolanos se preparan para una huelga de 48 horas de la oposición este miércoles y jueves, en un ultimátum al gobierno para que suspenda la elección de la Constituyente.
La coalición opositora llamó a abastecerse de comida ante el paro, que convocó con bloqueos de calles en todo el país. m
Nadie en Cuba reúne hoy más poder, autoridad y secretos que Raúl Castro. El anciano general, que sorprendió al mundo al tender su mano a EU, flexibilizó el único sistema comunista de Occidente.
El mandato de Castro entró en cuenta regresiva. Hoy asistirá por última vez como presidente a los actos del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, que conmemora el ataque al Cuartel Moncada. El 24 de febrero próximo dejará la presidencia, que ejerció desde 2006, cuando enfermó su hermano Fidel, pero seguirá al frente del Partido Comunista, el único legal en Cuba.
Leal a Fidel, tan discreto como pragmático, Raúl emergió de la sombra de su hermano para llevar a Cuba por una senda de cambios económicos. De discursos breves y voz enérgica, el líder de 86 años combina la administración del poder con la reserva sobre su salud.
“No podría aparecer ante el enemigo como un hombre de alma caritativa”. Así justificó el apodo de Temible en una entrevista con El Sol de México en 1993. Castro transformó un ejército de rebeldes en un eficiente aparato militar y ha sido implacable: Estuvo detrás del juicio de 1989 al general Arnaldo Ochoa, fusilado junto a otros tres oficiales por narcotráfico, y en 2009 expulsó del círculo de poder a dos protegidos de Fidel: el vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez por “ambiciones desleales”.
También excarceló a decenas de opositores por mediación de la Iglesia católica y bajo su mandato se multiplicaron los arrestos temporales y el enjuiciamiento de disidentes por delitos comunes.
Es “una represión de baja intensidad, contramediática para que no tenga impacto”, dice Manuel Cuesta, un opositor moderado.
Castro pregonó su apertura a las reformas siempre que no tocaran el régimen de partido único. A finales de 2014 anunció el restablecimiento de relaciones con EU; en 2016 fue el anfitrión de Barack Obama y ese año ayudó a firmar la paz con la guerrilla más antigua de Colombia.
Con Venezuela (fuente de petróleo barato) en crisis, el embargo de EU vigente y el recuerdo del colapso del protector soviético, amplió el trabajo privado y autorizó la compra y venta de viviendas y vehículos. Además, eliminó las restricciones de viajes para los cubanos e impulsó la inversión extranjera.
Raúl Modesto Castro Ruz nunca le disputó el protagonismo a su hermano. “Fidel y Raúl funcionaron como un equipo complementario”, señala Arturo López-Levy, autor del libro Raul Castro and the New Cuba: a Close-up view of change.
En noviembre anunció al mundo la muerte de Fidel. Años antes, fue testigo de la agonía de Hugo Chávez. Raúl guarda los detalles de ambos decesos. “Es hombre de poder porque es hombre de secretos”, dijo el empresario mexicano Mario Vázquez Raña en 1993.
Los Castro ocultaron por años el enfriamiento de relaciones con la ex URSS, que llegó a retirarles el apoyo militar frente a EU. “Sufrimos en silencio”, confesó Raúl. Solo él y sus más cercanos conocen quién será su sucesor. El vicepresidente Miguel Díaz-Canel (57 años) parece contar con su bendición.
El ex agente de Moscú Nicolás Leonov, autor del libro Raúl Castro, un hombre en Revolución, destaca su amor por los árboles, el gusto por la natación y las caminatas, además de su chispa bromista.
Castro estuvo casado 48 años con Vilma Espín, su compañera de armas fallecida en 2007. Tiene tres hijas y un varón, nueve nietos y una bisnieta.
Su hijo Alejandro es un oficial muy influyente, pero ni él ni los héroes revolucionarios que aún viven podrían jamás tener su autoridad. Previsor, Castro ya dispuso el sitio donde será enterrado: un nicho de piedra en una montaña de Santiago (oriente) junto a los restos de su esposa. m El Secretario de Salud en Sinaloa, Dr. Alfredo Román Messina, reafirmó ante los medios de comunicación de Los Mochis, que la muerte de los siete bebés no ha sido a causa de un probable proceso infeccioso de acuerdo al segundo estudio, sino a causas naturales derivadas de su condición de prematurez.
Asimismo, afirmó que los cinco neonatos que aun siguen hospitalizados, aunque por su misma condición que les consideran delicados, llevan buena evolución mejorando su peso.