Honran trayectoria de Anna Roth en el GIFF
Recrear el hundimiento del Titanic en Baja California bajo las órdenes de James Cameron o reconstruir una ciudad Maya para Apocalypto, la cinta de Mel Gibson, son algunos de los trabajos que distinguen la carrera de Anna Roth, la productora que fue homenajeada en el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) por sus siglas en inglés.
Anna no asistió al homenaje que, por décimo tercera ocasión, organiza la sección del GIFF Mujeres en el Cine y la Televisión, pero se tomó un par de minutos vía telefónica y desde el hotel donde se hospeda en Guanajuato; para agradecer al festival y a su directora, Sarah Hoch, la hospitalidad. “Vi la transmisión vía Facebook y realmente fue algo surrealista, el broche de oro fue cuando mi nieto dijo: “Te quiero mucho abu”, y lo que quería decirles es que este festival es el más cálido y me gusta mucho venir, me dio mucha pena no asistir, pero no me sentía bien”, comentó la directora de producción de Sense8 y Hombre en llamas. “Agradezco esta distinción y me encantaría decir que me alegra que en el cine a la gente se le califica y se le estima por sus méritos, no por su género y yo siento que así es; en México el que más gana por dirigir o actuar es el que tiene el mejor agente de ventas, pero no tiene qué ver con el género”, comentó Roth sobre el gremio del cine.
Anna formó parte de varias producciones internacionales a las que se sumó como directora de producción: Titanic, Apocalypto, La leyenda del zorro, Romeo y Julieta, Daño colateral y Depredador, por mencionar algunas; por ello, después de este movimiento en su vida, lo que espera es que le paguen por pensar, no por hacer. “No soy la Anna Roth que se perdía en las selvas, busco que me paguen por pensar, no por hacer, y creo que para pensar me quedan todavía muchos, muchos años”, explicó la también productora de Voces inocentes. “Cuando James Cameron me contó de su proyecto estábamos desayunado. Me dijo que quería un gran foro con una gran alberca y en ese momento escupí la comida, me carcajeé y dije no se puede, después encontramos Rosarito y ahí comenzó”, dijo.