Cárteles de Ciudad de México
Los problemas mexicanos de mayor gravedad y recurrencia, es de repetirse, son la inseguridad, las mortandades que se presentan en toda la ciudad, pero que tienen sedes regulares en varias partes de la ciudad. Por más que se diga que Ciudad de México es más bien segura.
Pero hay regiones donde la abundancia obliga a hacer declaraciones como la que hubo de expresar la Secretaría de Marina: “Un grupo fuerte, amplio y violento que rebasa la delegación de Tláhuac”. Esta misma dependencia actuó en la región más inculpada de acosos y así ha debido actuar para contener el creciente número de ejecuciones y desapariciones de jóvenes.
El poderío constante de los criminales llegó al punto de la muerte de Jesús Pérez Luna, El
Ojos. La inseguridad no se limita a la capital de la República, ejemplo de ello es que en la sierra de Coyuca de Catalán, Guerrero, el Ejército pudo recuperar 106 mil pesos, varias armas largas y cortas, cargadores, municiones y dos camionetas blindadas. En Ciudad de México, de 2016 para acá autoridades capitalinas lograron incautar 12 armas cortas y dos que disparan balines. También una ametralladora Uzi 19mm y un rifle AR-15 que no le sirvió al criminal El Ojos.
La cuantía de los poderes se reconoce porque en un año se aseguró poco más de cinco kilos de mariguana, cuatro de cocaína y cientos de envoltorios con estupefacientes llamados “grapas”. El mal terrible es ubicuo, como lo revela el logro del Ejército, cuyos soldados en junio (en el desértico municipio de Oquitoa, al norte de Sonora) aseguraron media tonelada de mariguana, cuatro armas largas y dos cortas.
Hay delitos colaterales como la invasión de predios o que se “brindara” protección a cambio del derecho de piso. Otros abusos extremos, extorsiones y secuestros instruidos por grandes capos regionales. El asesinado El Ojos contaba con un operador financiero, lo cual hace el crimen organizado. Son varias las zonas donde el grupo del Cholo operaba, se destaca Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa y, en el Edomex, Chalco, Valle de Chalco y Nezahualcóyotl.
Registradas están 70 ejecuciones y la desaparición forzada de al menos 30 jóvenes. Se mataba a quienes no acataban órdenes. Los mototaxis han sido inculpados de la comisión de delitos y de ser espías de los perversos. Las respuestas ofrecidas llevan a la petición del diputado Omar Ortega, del PRD, de prohibir el uso de mototaxis. La inseguridad y la delincuencia manchan el uso de estos aparatos, presuntamente nada más de transporte.
Con la presentación de la iniciativa perredista, en la Permanente y turnada a la Comisión de Justicia, se alientan adiciones al Código Penal Federal y a la Ley de Caminos. Río de Janeiro está en las mismas.