Trump: la green card, solo para profesionistas que hablen inglés
El presidente estadunidense respaldó un proyecto de ley presentado en febrero por dos republicanos que reducirá a la mitad la inmigración legal a lo largo de la próxima década
El presidente estadounidense, Donald Trump, dio públicamente su apoyo este miércoles a un proyecto de ley redactado por dos senadores conservadores que restringe el acceso de inmigrantes que no hablen inglés o tengan baja preparación laboral.
El proyecto de ley para reducir la inmigración legal pone en su punto de mira, entre otros, la green card, que identifica a los residentes permanentes en Estados Unidos.
Para el mandatario, el sistema de méritos propuesto en el proyecto de ley favorecerá a las personas que hablen inglés, puedan mantenerse financieramente y demuestren habilidades que contribuyan a la economía estadounidense.
En concreto, la iniciativa pretende eliminar el sorteo anual que hace el gobierno de Estados Unidos entre ciudadanos de determinados países que la solicitan. “Representará la reforma más relevante de nuestro sistema de inmigración en medio siglo”, proclamó Trump al presentar el texto en el salón Roosevelt de la Casa Blanca junto a los dos senadores republicanos que lo han redactado.
David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas) lo presentaron en febrero, sin apenas respaldo. Desde entonces, la Casa Blanca ha estado trabajando con ellos en la revisión del texto.
Trump agregó que el proyecto de ley también “evitará que los nuevos inmigrantes puedan recibir ayuda” del sistema estadunidense de prestaciones sociales, aunque la legislación actual ya prohíbe, desde hace dos décadas, que los inmigrantes legales se beneficien de esos mecanismos públicos durante sus primeros cinco años en el país.
El mandatario apeló a su base electoral —a quienes repitió durante la campaña del año pasado que los inmigrantes les estaban quitando trabajos— al asegurar que el proyecto “evitará que los trabajadores estadunidenses queden desplazados”. “Esta ley reducirá la pobreza, aumentará los salarios y ahorrará a los contribuyentes miles de millones de dólares”, prometió.
Pero también argumentó que “entre los más dañados” por el sistema actual están los propios inmigrantes, y en particular “los trabajadores de minorías que compiten por empleos con otros que están recién llegados”, algo que “no es justo”. “Estas reformas asegurarán que quienes llegan a nuestro maravilloso país se asimilan, tienen éxito y logran el sueño americano”, añadió Trump.
De prosperar el proyecto, la inmigración legal a Estados Unidos se reduciría a 637 mil 960 personas en el primer año que la ley estuviera en vigor, y a 539 mil 958 en su décimo año, según sus promotores, los senadores republicanos Cotton y Perdue.
Eso supone un descenso de 40% en el primer año y de 50% en la primera década, tomando como referencia el nivel registrado en 2015, cuando entraron legalmente en el país más de un millón de inmigrantes.
Además de instaurar un sistema de puntos basado en el “mérito” para conseguir green cards, el proyecto de ley limitaría la capacidad de los nuevos ciudadanos y residentes permanentes para patrocinar a otros miembros de su familia en sus países de origen con el fin de que puedan emigrar también a Estados Unidos.
El nuevo sistema solo permitiría que los cónyuges y los hijos menores de edad de ciudadanos o residentes permanentes pudieran emigrar a EU; en contraste con el mecanismo actual, que abre la puerta a otros familiares, incluidos los padres, hermanos e hijos adultos casados.
El proyecto de ley también eliminaría la llamada “lotería de visados para la diversidad”, que asigna hasta 50 mil tarjetas al año para los ciudadanos de países que tradicionalmente tienen bajas tasas de inmigración a Estados Unidos.
La lotería fue creada por el Congreso estadounidense en 1990 en parte para fomentar la entrada de inmigrantes irlandeses, aunque en los últimos años ha beneficiado sobre todo a ciudadanos de África.
Varios países americanos —en concreto México, Colombia, Perú, Brasil, El Salvador, la República Dominicana, Jamaica, Haití y Canadá— están excluidos de la lotería. m