Ramón Castro, obispo diplomático incómodo
La Secretaría de Gobernación le ha advertido que está en el límite de lo permitido por la ley
El teólogo Ramón Castro y Castro es el único obispo diplomático de carrera, el primer mexicano nombrado al frente de una diócesis por el papa Francisco tras asumir su pontificado, quien ha abanderado la denuncia por la violencia e inseguridad que se vive actualmente en Morelos.
Esta situación lo lleva encabezar, junto con otros líderes sociales, la caravana Marcha por Morelos, que llegó a Ciudad de México en busca de una reunión con Miguel Angel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación.
Al frente de la comunidad religiosa de Cuernavaca, Morelos, ha marchado en cuatro ocasiones para exigir mayor seguridad y justicia en la entidad; no obstante, esas movilizaciones han molestado al gobernador Graco Ramírez, quien acusa al obispo de haberse involucrado con grupos que pretenden desestabilizar su administración.
En apoyo al mandatario estatal, su partido, el PRD, presentó una queja ante Gobernación, la cual inició una investigación por la reunión de las organizaciones civiles realizada en la Catedral de Cuernavaca, a la que asistió el obispo, además de un encuentro con líderes políticos.
Al respecto, Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, informó que habló telefónicamente con el obispo para advertirle que estaba en los límites de lo permitido por la ley.
La posición asumida por Castro y Castro, de pronunciarse contra la situación que se vive
“Es sensible ante las demandas sociales, pero no es de la Teología de la Liberación”: especialista
en Morelos, es congruente con sus principios plasmados en los documentos que ha elaborado en el pasado y en los que considera vital la participación activa de la Iglesia católica en los procesos de reconstrucción del tejido social, la búsqueda de la paz y la democracia, como se puede leer en su texto “Directrices para la Dimensión de Justicia, Paz y Reconciliación Fe y Política en México”, elaborado en 2014.
Al salir a las calles de Cuernavaca y ser acusado por el gobernador de Morelos, Ramón Castro se convierte en uno de los pocos obispos que en los últimos años en México ha sido criticado por su activismo social.
El especialista en religión Bernardo Barranco aseguró que Castro y Castro “es un obispo valiente, pero no es revolucionario, es sensible ante las demandas sociales, pero no es de la Teología de la Liberación”.
La investigadora Mónica Uribe señaló que es el único obispo con una trayectoria diplomática que conoce bien al secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolín, y al nuevo nuncio Franco Coppola, con quienes estableció relación en su paso como funcionario en Roma.
Ramón Castro, indican los especialistas, no es un obispo identificado con algún partido político, Es un jerarca católico de centro. M