EU evalúa primer golpe comercial contra Pekín
La Casa Blanca analiza iniciar una investigación sobre el régimen de propiedad intelectual, que pide a las firmas extranjeras transferir tecnología
La administración Trump considera su primera gran acción comercial contra Pekín, ya que funcionarios participan en “discusiones serias” sobre lanzar una investigación acerca del régimen de propiedad intelectual chino el cual requiere que las empresas extranjeras transfieran tecnología a las filiales y socios locales.
Personas con conocimiento de las discusiones dicen que la medida apunta a una de las grandes preocupaciones que expresaron las empresas estadunidenses, europeas y de otros lugares que operan en China.
También marca un giro en el tono de la administración, que a pesar de la campaña de Donald Trump llena de críticas contra China, pasó gran parte de este año adoptando una línea más cautelosa y tratando de convencer a Pekín de ejercer más presión sobre Corea del Norte.
Bajo los planes que se discuten —que informó por primera vez el servicio estadunidense de noticias Axios— la administración considera utilizar un estatuto de 1974 que no se utiliza de manera general desde la creación en 1995 de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La acción, conocida como caso “Sección 301”, le permite a los presidentes estadunidenses imponer aranceles sobre productos extranjeros para tomar represalias contra los países que utilizan prácticas comerciales desleales. Hasta la creación de la OMC fue la herramienta principal que utilizó Washington para emprender sus batallas comerciales. Pero desde que entró en vigor la OMC, la mayoría de las administraciones de EU optaron llevar a cabo esas luchas ante los paneles que convoca el organismo comercial con sede en Ginebra.
Se esperaba que tan pronto como esta semana se anunciara una medida. Pero la gente con información de las discusiones advirtió que parece que la Casa Blanca trata de encontrar la manera de proceder.
Las divisiones internas dentro de la administración sobre el comercio han resultado en pro- puestas atrevidas anteriores que se reducen o retrasan. “Una vez que las cosas llegan a los niveles más altos de la Casa Blanca, es una incógnita para todo el mundo qué es lo que puede suceder”, dijo una persona con conocimiento de las discusiones.
La medida tomó por sorpresa a las empresas estadunidenses en China. “AmCham está consciente de que la 301 está en la caja de herramientas de soluciones comerciales del gobierno de EU, pero AmCham no recomienda que se utilice”, dijo William Zarit, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China.
Zarit dijo que obligar a que se haga la transferencia tecnológica es una preocupación para empresas miembros, sobre todo de los sectores de alta tecnología, al igual que los derechos de propiedad intelectual de manera más amplia a pesar de las mejoras en esa área.
Las empresas estadunidenses también critican las restricciones que impone sobre la inversión extranjera en muchos sectores, señalando que los grupos chinos tienen la libertad de invertir en esos sectores en EU. Entre las áreas de preocupación se encuentran los servicios financieros, los seguros de salud y las regulaciones restrictivas que tiene China sobre la computación en la nube.
Washington estudia utilizar la Sección 301, que permite a Trump imponer aranceles