En su matrimonio y en su club
Neymar se va del Barcelona por la puerta de atrás; la salida del brasileño hace cuestionar si realmente valió la pena la tormenta que se desató para hacer posible su llegada al Camp Nou
El ex presidente del FC Barcelona Sandro Rosell alguna vez dijo que los jugadores brasileños duran un promedio de dos años tanto en su matrimonio, como en su club.
Lo dijo cuando sugirió vender a Ronaldinho, cuando el Gaúcho estaba más enfocado en sus noches de batucada con Thiago Motta en el Bikini de la avenida Diagonal en la ciudad condal y los empleados del Barça tenían que ir a sacarlos a las 4 de la mañana.
A partir de esas fiestas, la carrera de Ronaldinho fue a la baja e incluyó un breve paso por el Querétaro, donde al menos la familia Vázquez Raña y Arturo Villanueva eran conscientes que el Gaúcho era un fichaje más mediático que deportivo.
El fichaje de Neymar le generó al Barcelona una tormenta interna que supuestamente terminó con la dimisión del presidente Sandro Rosell.
Contrario a lo que se dijo y se dirá ahora con la salida de Neymar, Sandro Rosell no dimitió por la controversia del fichaje del brasileño, sino por un acto vandálico en su domicilio, del cual fueron testigos sus hijas a través de las cámaras de vigilancia que Rosell instaló con anterioridad, ante el asedio de los detectives privados enviados por Joan Laporta.
Para Sandro Rosell, el fichaje de Neymar representaba una revancha histórica ante el Real Madrid por el caso de Alfredo di Stéfano.
En el caso Di Stéfano, el Barça se negó a la decisión salomónica de que el argentino jugará una temporada en el equipo blanco y una temporada en el equipo blaugrana; esto después de que el equipo merengue se entrometió en la operación.
La consecuencia la conocemos todos y Di Stéfano procedió a marcar la época más brillante en la historia del Real Madrid.
Y es que hay que recordar que Florentino Pérez trató hasta el último minuto de fichar a Neymar y solo un anticipo (por el cual Sandro Rosell fue procesado, y que había sido reflejado en la asamblea de socios del año anterior a la incorporación del brasileño) pudo asegurar que la próxima estrella del futbol mundial vistiera de azulgrana.
Neymar es una estrella y puede ser uno de los jugadores más mediáticos del momento; sin embargo, su presencia en el PSG no logrará que el equipo parisino supere en popularidad al Barça, al Real Madrid o al Manchester United.
Con el PSG, Neymar tendrá menor exposición mediática y, por ende, menor interés de los patrocinadores.
Cuando Neymar firmó con el Barça, cedió parte de esos patrocinios y se convirtió en la principal cara comercial del club y protagonista en muchas de las acciones comerciales del mismo.
Ese mismo contrato comercial fue una de las razones por las cuales la justicia española se encargó de hacerle la vida imposible a Sandro Rosell.
Al ex presidente lo persiguieron por cuatro temas diferentes en el caso Neymar, los cuales describo aparte.
Esos fueron los problemas que el fichaje de Neymar trajo en la parte institucional y económica; sin embargo, el fichaje de Neymar también pudo haber traído una seria fractura en el vestidor.
Esto no sucedió gracias a la intermediación y el cabildeo de una de las personas cercanas a Sandro Rosell con los principales pesos pesados del club, incluido Jorge Messi el padre de Leo.
Dicho cabildeo se realizó en la Ciudad de México, en una de las visitas de Jorge Messi para cerrar acuerdos y patrocinios que Lionel Messi ha llevado acabo en nuestro país.
Gracias a la ley Bosman, a sus 25 años Neymar se va al PSG sin acuerdo entre clubes.
Sin embargo, las reglas de la UEFA marcan un Fair Play financiero, el cual parece que el PSG no está respetando con el fichaje, por ello la Liga española pudiera no aceptar el depósito de la cláusula de rescisión y no les extrañe ver que no entregue el transfer del brasileño.
Para Neymar, el paso al futbol francés también le representará pagar más impuestos sobre su sueldo bruto.
Zlatan Ibrahimovic llegó a pagar hasta 75 por ciento de su ingreso cuando jugó en París.
Poco le importará al brasileño los impuestos que pague su nuevo club, mientras el París Saint Germain le abone 30 millones de euros netos, en comparación con los 16 que ingresaba en el Barça.
Adeu, Neymar, el barcelonismo veía en ti la revancha del caso Di Stéfano; sin embargo, hoy para los culés solo eres un terremoto institucional y fiscal que dejó algunas muestras de gran futbol y el 3-1 de Berlín.
Muestras que nunca alcanzaron la brillantez de tus paisanos, como la cola de vaca de Romario a Alkorta en un Clásico, la arrancada de Ronaldo ante el Celta o la chilena de Rivaldo al Valencia en la última jornada de la Liga al inicio del nuevo milenio.