CUBA DETIENE LA EXPANSIÓN DEL SECTOR PRIVADO
Se cancelan nuevas licencias para microempresas, a fin de evitar que los pequeños comerciantes se enriquezcan
La suspensión por el gobierno cubano de nuevas licencias para operar en el incipiente sector privado hasta que concluya su ordenamiento ha disparado las interpretaciones negativas dentro y fuera del país, en momentos en que las tensiones en la economía nacional parecen ir de la mano de la crisis que se agudiza en Venezuela, principal aliado de La Habana.
Algunos afectados por la decisión recién anunciada comentaron a MILENIO que, a partir de ahora, esperan “el control más rígido de nuestros ingresos para evitar la acumulación de riquezas” —una de las contradicciones de los cambios que impulsa el presidente Raúl Castro— y aseguran que “los conservadores le están ganando la partida” al mandatario.
Pese a que, al anunciar esta medida en el parlamento en julio, Castro defendió el desarrollo de los sectores privado y cooperativo, también recriminó, dejando a un lado el discurso que llevaba escrito, a quienes emplean las violaciones a la ley que se detectan en tales áreas para arremeter contra esas modalidades de propiedad.
“Se han cometido hechos delictivos, existen informaciones de casos donde una misma persona tiene dos, tres, cuatro y hasta cinco restaurantes (…). Todos esos problemas existen, pero no debemos emplearlos como pretextos para criticar una decisión que es justa”, afirmó, según la televisión oficial.
En abril de 2016, Castro había proclamado, por primera vez, que “el obstáculo fundamental que hemos enfrentado” para aplicar los cambios económicos en curso “es el lastre de una mentalidad obsoleta”, y apuntó en ese sentido los “sentimientos de nostalgia hacia otros momentos menos complejos del proceso revolucionario cuando existían la (aliada) Unión Soviética y el campo socialista”.
En el otro extremo situó “las aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a nuestros problemas”, dejando entrever la existencia en las estructuras de poder de dos fuerzas que intentan ganar terreno cuando el madurismo en Venezuela se bate a la defensiva, en Washington Donald Trump anuló la política de acercamiento a La Habana de su antecesor Barack Obama y el propio Castro, de 86 años, dejará la presidencia en febrero próximo.
Sin detallar todas las medidas que se estudian, el diario oficial Granma anunció que hasta su aplicación “se decidió no otorgar nuevas autorizaciones de arrendador de viviendas, habitaciones y espacios”, ni a restaurantes y cafeterías privados, dos de los negocios más lucrativos, estrechamente ligadosal crecimiento del turismo internacional.
Tampoco a los vendedores “de alimentos y bebidas no alcohólicas a domicilio; engrasador de equipos automotores; gestor de pasaje en piquera; gestor de permutas y compraventa de viviendas; gestor de alojamiento para viviendas o habitaciones que se arriendan; herrero; instructor de prácticas deportivas, así como modista o sastre”. Otras actividades que generan menor ingreso quedaron definitivamente suspendidas, como “los vendedores minoristas de productos agrícolas en forma ambulatoria”. m