Matiz y Siqueiros, la foto y la pintura
Exhiben la relación entre las artes del fotógrafo colombiano y el pintor mexicano
En la muestra Leo Matiz: el muralista de la lente. Siqueiros en perspectiva, se expone el quehacer creativo del fotógrafo colombiano y su relación con David Alfaro Siqueiros en la década de los 40. La exhibición presenta 41 piezas entre fotografías, grabados, pinturas y documentos hemerográficos.
La exposición, abierta en las Salas Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros del Museo del Palacio de Bellas Artes, es producto de la labor conjunta del Antiguo Colegio de San Ildefonso y la Fundación Leo Matiz. Con ella son conmemorados los 100 años del natalicio del colombiano.
Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, comentó que las obras de la exhibición fueron seleccionadas por los asesores curatoriales Estela Treviño, Miguel Ángel Flórez y Alejandra Matiz, hija del artista.
Acompañado de la embajadora de Colombia en México, Patricia Cárdenas, el funcionario mencionó que la exposición es un homenaje y reconocimiento a la trayectoria de Matiz en México.
Recordó que en 1944 Matiz conoció al muralista y desde entonces trabajaron en varios proyectos; dejó en claro que la muestra se enfoca en la obra mural que se presenta en el segundo piso de Bellas Artes.
Cuatro series de retratos y modelos pertenecientes a las colecciones de la Fundación Leo Matiz y de la Sala de Arte Siqueiros revelan la influencia de la fotografía en el desarrollo de los murales y pinturas de caballete del artista mexicano, quien utilizó este recurso para crear obras más realistas y eliminar la necesidad de mantener a sus modelos en posiciones difíciles durante mucho tiempo, con lo cual logró
También habrá una serie de charlas, visitas guiadas y un catálogo de la muestra
capturar la escena deseada en el instante de una toma.
Según Flórez, las imágenes que se presentan revelan por primera vez en la historia del arte en México el aporte de la fotografía a la pintura mural mexicana.
El concepto de Siqueiros sintetiza el uso de la fotografía de Matiz como una herramienta artística autónoma que enriquece la perspectiva y las posibilidades de los murales ejecutados por el pintor.
Se puede observar la obra gráfica de Siqueiros para constatar cómo dos artistas articularon uno de los proyectos artísticos en los que se pudo conciliar el lenguaje de la fotografía con el de la pintura.
La influencia del creador colombiano podrá ser observada en el mural Tormento de Cuauhtémoc, realizado por Siqueiros entre 1950 y 1951, apoyado por la serie de Matiz Perro rabioso.
De acuerdo con Flórez, en 1947 la relación entre Matiz y Siqueiros se dio por terminada después de un amargo debate público que relacionó el trabajo de ambos artistas. El conflicto obligó al colombiano a abandonar México, a donde regresó casi medio siglo después, en 1996, en compañía de su hija Alejandra, en un acto de reconciliación con una tierra que tanto amó y que fue tan entrañable y significativa para su vida y obra.
La muestra, que estará abierta hasta el 15 de octubre, será acompañada por una serie de charlas, visitas guiadas y la presentación del catálogo de la exposición. m