Venezuela, la prueba del añejo
Venezuela está poniendo a prueba a la partidocracia. Cada vez resulta imposible darle vueltas a la pregunta: ¿se apoya o se rechaza la democracia en Venezuela?
Varios meses de protestas callejeras con más de 100 muertos y un creciente endurecimiento del gobierno de Maduro han producido una crisis sin salida clara.
Para las “izquierdas” castristas, condenar la política represiva y golpista de Maduro es actuar como títeres del imperialismo. Por ello firman desplegados clamando “volver a la política exterior” de “no intervención”. Ignoran o simulan desconocer que la política exterior mexicana tuvo sus mejores momentos precisamente cuando tomó partido, cuando apoyó sin ninguna reserva a la República española, incluso enviando armas a su gobierno. Eso mismo ocurrió cuando liberó a Fidel Castro y sus compañeros que se preparaban para derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista; para ello toleró su entrenamiento en Chalco y no impidió que El Granma zarpara de Tuxpan rumbo a la isla.
La política exterior mexicana fue “intervencionista” cuando dio refugio a los brasileños que huyeron de los militares tras el golpe contra João Goulart, en Brasil, en 1964.
México, en clara alianza con Francia, auspició el reconocimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en la guerra de El Salvador.
La política comprometida en la lucha contra las tiranías fue lo mejor de esa abierta toma de partido en los casos antes mencionados y en otros más.
Es absurda la vergonzante conducta de las “izquierdas” castristas, que consideran abiertamente o de manera hipócrita al gobierno de Maduro como víctima de la derecha y el imperialismo.
Hace casi 10 años estuve en Caracas, me reuní con muchos líderes de la oposición. Uno de ellos fue Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular; desde entonces lo quisieron eliminar, luego lo apresaron acusándolo de ser “autor” de la muerte de los opositores en las manifestaciones antigobernistas. La misma política que aplicó el PRI.
La oposición a Maduro es muy diversa, está integrada por grupos de derecha, de la izquierda histórica y recientemente por el chavismo crítico.
Es hora de apoyar a los demócratas, sin evasivas. M